Javier Padilla | Empresario y experto en SEO

"El clickbait es un niño feo, pero necesario"

Javier Padilla.

Javier Padilla.

Sevillano del 77 y de formación periodística, Javier Padilla es un emprendedor nato, siempre con muchas bombillas encendidas en el coco. Entre sus proyectos destacan ser socio fundacional de la web eldesmarque.com, ayudar como mentor o inversor a empresas de internet, como la página tengolf.es, y escribir libros como la saga de Mara Turing. Planea embarcarse en la música. Y lo que se propone...

–Los padres dicen a sus hijos que opositen, pero el suyo le dio un consejo diferente que le ha ayudado a ser lo que es hoy.

–Muy diferente. "En pocos años, quienes no sepan inglés e informática serán analfabetos". Eso me dijo en 1987. Acertó de pleno.

–Empezó su carrera periodística escribiendo de agricultura y hoy es experto en contenido digital. ¿Arar es clave para emprender?

–Arar, sembrar, regar, recolectar... Los emprendedores somos curiosos por naturaleza. Eso me ha llevado a decir "no" muy pocas veces. Algún porrazo gordo me he dado, también le digo.

–Es del equipo fundacional de una web de éxito, escribe libros traducidos a varios idiomas, desarrolla startups, inventa juegos, toca la batería y el ukelele... ¿Qué se le da mal?

–El fútbol sin un mando de consola.

–Vendió juguetes on line, creó una red social para aprendices de magia y es una estrella de la literatura juvenil sin haber procreado. ¿Es un ejemplo perfecto del refrán "a quien Dios no le da hijos el demonio le da sobrinos"?

–Sí, en mi caso el castigo fue más allá: mi sobrino mayor es fan de Cristiano Ronaldo.

–"Brillante uso criminal del SEM. Pujo por una branded keyword asociada a una marca fiable y coloco una página para mangar". ¿En qué idioma escribe en Twitter?

–Soy bastante ecléctico. Me encanta aprender y compartir lo que sé. A veces, igual soy un poco insoportable.

–¿SEO luego existo? ¿El clickbait justifica los medios?

–Soy muy fan del posicionamiento web. El clickbait es un niño feo, pero necesario. A los periodistas nos llevaron a un oasis en el que no había agua con eso del "noticias en internet... gratis". Si para generar dinero hacen falta visitas y clics, habrá que conseguirlos. Otra cosa es basarlo todo en eso...

–¿No es un error dejar en manos de informáticos el contenido de un periódico?

–Es un error garrafal. Y, créame, se ve mucho... Los medios son de los periodistas. ¿Qué se deben dejar guiar por la analítica y hacerse amigos de los algoritmos? Seguro. Pero programar e informar son dos cosas muy distintas.

–¿Tendría más visitas el vídeo de un oso abrazando a un cerdo o la noticia del fin de la pandemia?

–Cuando usted me lo pregunta...

–¿Cuánto hay de verdad en "Google ha cambiado el algoritmo" como excusa a que los datos vayan mal?

–Nada. Distinto es que hagamos una táctica abusiva, a lo mercenario loco, y Google nos coja con el carrito de los helados. Pero igual ahí el malo no es el buscador...

–Parece que el periodismo ha pasado de contar a la gente lo que interesa a contar lo que le interesa a la gente. Elija un modelo.

–Va a pillarme, ¿eh?

"Me fijo más en la actitud y las experiencias en la mochila que en los cursos de cosas con siglas raras"

–Predijo hace mucho la desaparición del papel en la prensa. Y aquí seguimos.

–Amo las rotativas. Me crié entre ellas. Mi padre las arreglaba. Esa afirmación es la conclusión tras analizar decenas de gráficas que cruzan audiencia y balances anuales (euros en negativo). Quizá lo raro es el "aquí seguimos". Pero bueno, más que feliz de estar equivocado en eso. ¡Larga vida al papel!

–¿Veremos redacciones con robots escribiendo y analizando, por ejemplo, el conflicto de Rusia y Ucrania?

–Ya existen. Escriben de bolsa o deportes basándose en datos objetivos. ¿Un análisis de calidad? Quedan cuatro o cinco años para que algoritmos tipo GPT-3 evolucionen y sean capaces de hacer algo más que un ejercicio curioso de creación "espontánea" de texto.

–¿Cómo califica la relación de Google y Facebook con los medios: estafa o muy estafa?

–No sé si es una estafa, pero sí es tremendamente injusta. Me parece peor Facebook que Google en este sentido. La mecánica es: te atraigo a ti (medio) y a tus lectores y, una vez dentro, cambio las reglas para quedarme con los usuarios y lo justifico todo en "el interés que detecta el algoritmo".

–Aproveche para darme una exclusiva. ¿Qué lo va a petar en el entorno digital o tecnológico este año?

–El desengaño. Especialmente en el ámbito de la especulación. NFT, criptomonedas sin aplicación real (las otras sí tienen futuro), empresas de videoconferencia que cuadriplicaron su valor en pandemia y ahora caen sin freno...

–Se inspiró en Harry Potter para sus libros de Mara Turing: una niña, pirata informática, una saga... Lo tiene todo estudiado para que se convierta en película, ¿no?

–En ello estamos. Esperamos hackear a algún productor avispado.

–Proclama que debemos perderle el miedo a la tecnología pero el lema de su saga, "piratea o será pirateado", acojona a quienes somos lerdos informáticos. ¿Estamos condenados a ser pirateados?

–Sí.

–¿Tengo hueco en alguna de sus empresas siendo más analógico que una Olivetti?

–Por supuesto. Me fijo más en la actitud, la mirada y las experiencias en la mochila que en los cursos de cosas con siglas raras...

–¿Ha pensado en qué episodio se hará mayor Mara Turing y le llegará el despertar sexual o será uno de esos personajes por los que no pasan los años al estilo de Los Cinco de Enid Blyton?

–Si puedo elegir, me quedo con Los Cinco. Ya me la han intentado cambiar de orientación sexual...

–Publica con Samarcanda, un pequeño sello sevillano. ¡Es posible triunfar en el mundo editorial sin irse a Madrid o Barcelona!

–Sí, aúna lo mejor de los sellos grandes y los pequeños. Trato cercano y flexibilidad, pero potencial para colocarte lejos si el mercado responde. Eso sí, es fundamental currar mucho, patearse ferias y colegios, contar con los algoritmos, la publicidad ultrasegmentada y otras cosas raras de las que hablo en Twitter. O posicionas tu libro o se hunde en pocas semanas en el mar de Novedades.

–La última, que le veo con ganas de confesarse por fin. Michael Jackson está sobrevalorado, ¿verdad?

–Si ésta no llega a ser la última pregunta, no habría habido entrevista, ¿no?

–Una más. ¿Qué titular pongo para reventar los pinchazos?

–El truco para ganar un sueldo de seis cifras sin moverse de casa (y no es el que cree).

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