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Entrevista. Blanca García-Orea. Nutricionista

"Si en estos días almuerzas copiosamente, no cenes"

  • Esta conocida nutricionista con 600.000 seguidores en las redes publica un nuevo libro, 'Dime qué como ahora'

Blanca García-Orea

Blanca García-Orea

La nutricionista Blanca García-Orea Haro es más conocida por su nick: @blancanutri. Esta profesional de la salud y divulgadora está considerada como una de las cien mejores influencers de nuestro país, con 600.000 seguidores. Publicó en forma de cuento en su libro Sanotes, sanitos el proceso digestivo para mostrarnos la vinculación que tiene la calidad de las emociones y el estado del sistema inmunológico. Tras cuatro volúmenes Grijalbo lanza Dime qué como ahora, donde explica la importancia de los alimentos que ingerimos y cómo pueden afectar a nuestra microbiota y, por tanto, a nuestra salud.

-La microbiota ¿dónde está? ¿dónde la llevamos?

–Es el órgano olvidado. Es muy nuevo con esta consideración. En unos años así aparecerá en los libros de texto cuando se hable del aparato digestivo. Es lo que antes llamábamos flora intestinal. La microbiota es el conjunto de microorganismo que tenemos por todo el cuerpo. Tenemos más microorganismos que células. Y están vivos, nos ayudan y y tenemos que alimentarlos. Donde más tenemos es en el colon pero tien más protagonismo la microbiota de la boca, porque es la primera barrera de invasores.

–¿Somos, por tanto, un encantador conjunto andante de microorganismos?

–Sí y son muchos los beneficios que nos reportan. Esos microorganismos están vivos y nosotros somos la casita donde viven.

–¿Cómo los alimentamos?

–Si comemos fibra soluble y nosotros no tenemos enzimas para disolver esa fibra y esa sustancia está destinada al alimento de ellos. Comen la fibra y efectúan una fermentación. Participan en nuestro sistema inmune y nos ayudan ante invasores o patógenos. Además sintetizan las vitaminas B y K nos proporcionan energía gratuita: transforman el alimento en energía. Sin esos microorganismos buenos esa energía la tendríamos que extraer de los hidratos.

–¿Nacemos con microorganismos o los adquirimos mientras crecemos?

–Antes se pensaba que la placenta era estéril y lleva los microorganismos que la madre tiene en la boca. Una vía de transmisión de microbiota es la sangre, de ahí la buena salud bucal que han de tener las embarazadas.

–¿Cómo cuidamos esa ‘flora’ bucal?

–Hay que mantener la higiene habitual y es muy importante. Es la primera barrera, pero la siguiente barrera sí tiene que estar fuerte, que es el estómago: ha de mantener su acidez. Tiene un ph entre 1 y 2. Ahí tienen que morir los invasores, porque si no, pasan al intestino, y ahí tenemos un problemas.

–¿Cómo pueden llegar los invasores hasta causarnos enfermedades?

–En libro hablo de cómo se pueden introducir en nuestro organismo porque su soporte más fácil es la comida. Hablamos de la conservación de los alimentos y cómo la comida en mal estado puede acarrear problemas graves. Cuando tenemos que decidir sobre un alimento dudoso nos guiamos por el aspecto, olor, sabor. Pero esto va más allá porque hay organismos patógenos que no dejan rastros. Saben que si quieren entrar en nosotros no pueden dejar pistas. El arroz al pasar a 48 horas en la nevera ya genera bacterias nocivas.

–¿Es mejor no cocinar con tanta antelación?

–Se puede cocinar con antelación pero hay que dejar entonces esos alimentos preparados en el congelador. El arroz en la nevera dura como máximo 48 horas, como el pollo. Los huevos, siete días.

–¿La gastroenteritis tiene una gravedad mayor de lo que parece?

–Hay mucha gastroenteritis por alimentos en mal estado y debilita el cuerpo. Si la sufres de forma seguida es un problema. Una buena salud intestinal nos ayuda a una buena salud general. Con una alimentación antiinflamatoria no podemos curar ciertas patologías pero mejoramos la calidad de vida del enfermo y que absorba mejor los medicamentos.

–¿Cómo alimentamos correctamente la microbiota de la boca y del resto del sistema digestivo?

–Yo recomiendo recetas de pocos ingredientes y fáciles de digerir. Para alimentar la microbiota lo más aconsejable es la fibra soluble en las frutas, los frutos secos, legumbres, almidones.

–¿Es aconsejable para fortalecer nuestro sistema digestivo tener una alimentación lo más variada posible?

–Sí, lo más variada posible con alimentos naturales. Tomar fruta pero que ésta sea distinta en cada ingesta.

–¿Cómo es nuestra microbiota, es igual a la de los demás?

–Es como una huella dactilar. Cada persona lleva microorganismos diferentes. Nuestra macrobiota se parecen a las personas que tenemos más cerca, y también la de nuestras mascotas.

–¿Y cómo dañamos a esa huella dactilar interior?

–Con los ultraprocesados. Con los azúcares, harinas de mala calidad, aditivos que llevan. Con toda esa comida que no se parece al producto original. Tenemos el yogur natural, que es un procesado bueno; pero no los yogures con sabores o los que llevan trocitos de galletas.

–¿El azúcar es un gran enemigo?

–El azúcar es el causante de que estemos cansados o que estemos comiendo todo el rato, que no tengamos una concentración. Las galletas es un subidón de dopamina. Son una recompensa de placer, pero a la hora y media te da el bajón y te produce un efecto contrario. Yo sugiero tomar comida real en todo momento.

–Algo nos ha sentado mal. Describa en una ‘fotografía’ qué está pasando en nuestro cuerpo...

–Es una inflamación de nuestro sistema digestivo, del estómago o de los intestinos. Los vómitos o la diarrea son la reacción a algo que el cuerpo no tolera por su composición o por estar en mal estado. En la boca el cuerpo puede no estar reconociendo lo que estás comiendo. Al pasar al estómago, o más adelante, se crea una inflamación, una alarma del sistema inmne. Cuando reconoce qué es, reacciona al daño, que puede ser por un atracón.

–Ayúdenos a comer en estas fechas

–Hay que dejar de comer si no hay realmente hambre. Si almuerzas copiosamente, no cenes. No estemos comiendo todo el día, dejemos cuatro horas de descanso. Lo ideal es el ayuno nocturno de doce horas y en las comidas incluir fibra, proteínas y grasas de calidad.

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