-¿Como es el hombre Peter Pan?

-Es un hombre con poca resistencia a la frustración y con miedo al compromiso. Es decir: un hombre adulto con comportamientos infantiles.

-¿Y es un síndrome muy extendido?

-No lo era cuando fue diagnosticado, en los años ochenta. Entonces afectaba a un determinado colectivo de jóvenes americanos. Ahora es tan general que me atrevo a hablar de una generación de hombres Peter Pan.

-¿Todos los varones que me rodean son como niños?

-Según mis cálculos, la mitad de los varones de entre 20 y 40 años educados en nuestro modelo de sociedad padecen un cierto complejo de Peter Pan.

-O sea, que viven en el País de Nunca Jamás.

-Que en estos momentos es internet. Se han construido una realidad virtual que les permite refugiarse cómodamente, sin afrontar la necesidad de madurar.

-¿Y por qué no maduran?

-Tienen poca resistencia a la frustración, poca capacidad de disciplinarse y cierta propensión al fracaso escolar. No han relacionado esfuerzo con recompensa.

-¿A qué obedece esa actitud?

-Hay razones sociológicas. Una cultura de la permisividad, en la que todo se consigue fácilmente y no te enseñan a afrontar las dificultades. Así pierdes capacidad para ponerte al servicio de tus objetivos vitales.

-Pero se educa igual a las mujeres y ellas sí crecen.

-Es que junto a este modelo permisivo de sociedad hedonista el factor desencadenante del hombre Peter Pan ha sido la evolución de la mujer.

-¡No me venga con esas!

-Es muy sencillo. Hemos pasado de un modelo de relaciones de género tradicional, de mujer subordinada a hombre dominante, a un modelo simétrico, en el que la mujer ha conquistado autonomía y poder.

-¿Y eso les molesta?

-El problema es que el hombre, antes en una situación preponderante, está hoy desorientado. Aquel modelo no le sirve. Ya no hay mujeres que quieran ser como Wendy.

-Ni tampoco como Campanilla.

-Campanilla es el equivalente femenino de Peter Pan. Superficial, frívola, indisciplinada y hedonista. Sólo busca el placer. No es el caso, en general, de la mujer contemporánea.

-Por supuesto que no.

-La mujer de hoy lleva tres generaciones superándose. Está entrenada en la cultura del esfuerzo.

-¿Por eso no hay mujeres en el País de Nunca Jamás?

-Recuerde que, en la obra de James Barrie, Peter Pan le dice a Wendy que en el País de Nunca Jamás no hay chicas, "porque las chicas son demasiado listas para caerse del cochecillo".

-¡Ese Barrie fue un visionario!

-La evolución de la sociedad le ha dado la razón. A él le obligaron a ser adulto después de la muerte de su hermano, por eso no quería crecer. Además, sentía que su padre no le quería.

-¿Tenía carencias afectivas, además?

-El Peter Pan del cuento es la sublimación de su problema, un niño herido en su autoestima: se marcha porque encuentra cerrada la ventana de su habitación y ve que en su lugar había otro niño.

-¿Todos los Peter Pan se comportan igual?

-Yo describo tres modelos: los que intentan mantener sus privilegios por la fuerza -ahí está la bolsa de maltratadores-, los desorientados y los que se están reciclando.

-¿Puede que unos y otros se sientan avasallados?

-Puede que algunos sí. He detectado que, en ámbitos como el sexual, el hombre se siente inferiorizado.

-Lo que faltaba.

-Le ocurre sobre todo al Peter Pan seductor, uno de los modelos que he definido. Es buen enamorador, pero no buen cumplidor.

-O sea, el prototipo del donjuán.

-Las mujeres le dejan porque él no se compromete, o las deja él antes. No es un modelo de relación adulta. Con los años se neurotiza y puede llegar a convertirse en un capitán Garfio, una mala persona.

-¿Qué me dice de los otros modelos?

-El Peter Pan intelectual es un hombre con una mala autoimagen, que hipertrofia la inteligencia y la utiliza en exceso, produciendo un efecto contrario al deseado. Los dictadores y los gurús estarían en este grupo.

-¿Hitler, por ejemplo?

-Hitler podría ser el ejemplo de un caso extremo del Peter Pan intelectual, hipertrofiado. Lo que ocurre es que en su caso había también una personalidad paranoica. Mejor no asustar.

-¿Algún modelo más?

-El narcisista y el servicial. El primero se relaciona algo mejor con las mujeres a nivel sexual, porque busca mujeres como él. El segundo es el que mejor evoluciona, porque intenta mejorarse: agasaja, cuida…

-¿Qué recomienda a las mujeres frente a ellos?

-Alejarse, o actuar maduramente, a ver si él está en un proceso de sensibilidad suficiente como para evolucionar. Un amor puede ser terapéutico.

-Luego Peter Pan puede crecer.

-Esa es mi tesis, que curiosamente es mejor entendida por las mujeres. Ellos se quedan en la crítica.

-¿Ve peterpanes en la política española?

-En la política española hay más pinochos que peterpanes, aunque no les crezca visiblemente la nariz.