Jesús G. Maestro: "La felicidad es el objetivo de los fracasados"

Catedrático de Literatura

Jesús G. Maestro, catedrático de Literatura. / Miguel Muñiz

DARDO CERVANTINO. Jesús G. Maestro (Gijón, 1967) es catedrático especializado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, amén de editor y traductor. Apasionado de Miguel de Cervantes, no sólo el Quijote, y lo encumbra por encima de Shakespeare. Sin pelos en la lengua, promulga el combate contra los idealismos, como deja por escrito en Una filosofía para sobrevivir al siglo XXI (Harper Collins). Toca fibras sensibles, además del piano.

–No he tenido narices de enterarme qué significa la G. de su nombre artístico. ¿No será uno de esos acomplejaditos por tener un primer apellido común?

–No es cosa de narices, es cosa de cerebro.

–Aborrece los denominados libros de autoayuda, aunque el título del suyo, Una filosofía para sobrevivir al siglo XXI, va en esa línea. ¿Cosas del marketing?

–No, cosas mías. No escribo para el que necesita ayuda: escribo para el que usa la inteligencia. Nadie se ayuda a sí mismo. Te ayudan otros. La autoayuda es un autoengaño narcisista.

–Sostiene en su libro que la Universidad actual ha perdido todo el poder del conocimiento. ¿Le sale más a cuenta a un chaval (y a sus padres) estudiar una FP?

–Para muchos jóvenes inteligentes, la Universidad es un geriátrico de ideologías posmodernas. Yo estudiaría algo útil, no importa dónde: en la Universidad, en la Formación Profesional o en el salón de casa. La mejor forma de estudiar es trabajar.

–Asegura que los idealismos conducen a los mayores mataderos de la historia. ¿Preparo el cetme para el frente de Ucrania?

–No lo aseguro yo: lo acredita la historia. Además, las armas de fuego no destruyen los idealismos. Los defienden o sustituyen por otros. A veces, la historia se vive matando, pero sólo se sobrevive evitando el crimen. Si todavía no hemos vivido una guerra nuclear, es porque el realismo de la vida se impone al idealismo de las ideologías.

–Dice que el trabajo mata y siempre mató. Voy a sacar el asunto con mi jefe y a ver qué me responde...

–Apresúrese, no vaya a ser que, de tanto trabajar, se citen ustedes en el más allá. Ahí nos vemos todos. Y no sabemos cuándo.

–¿Se empezó a joder la enseñanza cuando se cambió el nombre al ministerio? Antes era "de Instrucción" porque se entendía que la educación había que traerla de casa.

–No sabía que hubiera habido épocas en la historia o lugares en la geografía del mundo en los que la educación funcionara bien. Pero hoy los youtubers saben hasta los números de la lotería (incluso después del sorteo).

–Escribió Ensayo sobre el fracaso histórico de la democracia en el siglo XXI. ¿Hacia dónde camina Occidente?

–Hacia la supresión de las libertades. Muchas personas, cuando pronuncian palabras prohibidas, ya no saben si defienden a la democracia de los enemigos de la libertad o si defienden a la libertad de los amigos de la democracia.

–¿Qué es lo primordial que se aprende leyendo a Cervantes?

–A vivir contra el idealismo, que es una filosofía incompatible con la realidad. El idealismo conduce al ser humano al fracaso personal, laboral y político. La Ilustración europea es idealismo puro. Y hoy la democracia está enamorada del idealismo.

–Se dice de usted que es influencer o catedrático viral. Qué expresiones tan poco cervantinas para un especialista en el Quijote...

–No soy responsable de que lo que hago en los sueños, pesadillas o conversaciones de los demás. Yo soy Jesús G. Maestro. No necesito etiquetas. Quien habla de mí, en realidad, habla de sí mismo, bajo los efectos de su propia neura. Y no lo sabe. La fama consiste en que hablen de ti quienes no te conocen. Te necesitan como ellos te imaginan, no como realmente eres.

El idealismo conduce al fracaso personal, laboral y político. Y hoy la democracia está enamorada de él"

–¿Qué le entra por el cuerpo cuando alguien cita al Quijote diciendo: "Ladran, Sancho, luego cabalgamos"?

–El problema no está en decirlo, sino en atribuirlo a Cervantes, porque esa declaración no está en el Quijote. Las redes sociales convierten a la literatura en una ramera de la ignorancia. Y la ignorancia hace de la literatura un depósito de mentiras. La ignorancia ha destruido más obras literarias que la censura.

–¿Qué es lo más absurdo que ha oído o leído sobre el Quijote?

–Lo que ha escrito Borges sobre Cervantes y el Quijote.

–Platón es un timo, la cultura anglosajona sacraliza la mentira, la Ilustración y la Revolución Francesa fueron un desastre, el pensamiento filosófico alemán ha causado millones de muertos… Oiga, este planeta era un infierno hasta que llegó usted a arreglarlo.

–Esa pregunta me la hacen muchos adolescentes, más por capricho que por provecho. Se debe a que confunden la interpretación de un problema con su solución. Yo interpreto la literatura, pero no soluciono rompecabezas personales. La gente está tan necesitada de soluciones que las busca donde sólo hay interpretaciones. Soy profesor: no un hada madrina que haga milagros. Quien busque soluciones en mis interpretaciones se confunde a sí mismo. Y me confunde a mí con lo que no soy. Diagnosticar una enfermedad no es exactamente curarla.

–Celebramos el 23 de abril el Día del Libro, pero lo de la fecha de la muerte de Shakespeare es un poco tocomocho, ¿no?

–Cervantes muere un 22 de abril de 1616. Shakespeare, un 3 de mayo. Inglaterra, el país de Newton, sigue el calendario juliano hasta 1752. Curiosa paradoja, que el padre de la física moderna muriera contando los días igual que los contemporáneos de Cristo. A la mayor parte de la gente nadie le ha explicado nunca el Quijote. Ni le han dado en toda su vida una sola razón para leerlo. Muchos gurús de la literatura hablan de Borges como el autor del Quijote o incluso como su mejor intérprete, tanto en inglés como en esperanto. Y la vida sigue igual, celebrando cada 23 de abril varias falsificaciones. La mentira es la fiesta de la globalización. Y todos contentos.

–Transmite la imagen de un cascarrabias enfadado con el mundo. ¿Es realidad, soberbia o pose?

–Es un secreto.

–¿Qué cosas le hacen feliz? Que alguna habrá...

–Sé qué cosas no me hacen infeliz: tener buena salud y cuidar de la salud de mis seres queridos. La felicidad es el objetivo de las personas fracasadas.

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