En el escenario o delante del micrófono pierde la vergüenza. Luis Lara (Jerez de la Frontera, 1976) convirtió a un comandante de bajos vuelos en el personaje más gracioso de la radio andaluza. Ha sido cantaor y humorista. Reconoce que no acabó Periodismo. Tras casi 20 años en El Pelotazo y la Cámara de los Balones, va por libre sin el Yuyu a la vera. Desde enero de 2019 representa Comandante Lara y Cía junto a Vicente Ruidos y Jesús Tapia. En breve hará un programa de una hora los domingos en Canal Sur Radio con su compadre David Gallardo.

-Uno de sus lemas es de Chaplin: "Un día sin reírse es un día perdido".

-Las penas vienen solas y reírse es aprovechar la existencia.

"El Beni de Cádiz le ganó a mi padre al dominó y lo celebró echándose por lo alto un plato de menudo"

-¿Más vale caer en gracia que ser gracioso?

-Claro. La primera impresión que doy es de serio con mi cara de sueco o de hooligan del West Ham chillando. No fuerzo ser gracioso, soy así desde que me levanto.

-Es imposible ser más cachondo que su personaje de Eto'o y que la voz se parezca menos. ¿Las imitaciones están sobrevaloradas?

-No he imitado ni una voz bien en mi vida y me he llevado 18 años entre El Pelotazo y la Cámara de los Balones. Pero da igual, cogíamos dejes del personaje y lo caricaturizábamos a tope: Eto'o por bulerías, Schuster con una saeta, al pobre de Carlos Orúe lo pusimos como al más tieso de España... Con un tío tan brillante como el Yuyu, con Fran Ronquillo y Bienvenido Sena era muy fácil decir pamplinas.

-Con lo poco que gusta el Carnaval en Jerez y el buen equipo que hizo con un chirigotero como Yuyu.

-Lo cortés no quita lo valiente. La rivalidad de Cádiz y Jerez es una pamplina muy gorda. Qué voy a decir yo malo de Cádiz y el Yuyu de Jerez si mi mujer es de Cádiz y la suya de Jerez.

-¿Los mejores chistes se cuentan en los tanatorios?

-Pues sí, me he reído mucho en los tanatorios, aunque suene tétrico. Intentas reconfortar en un momento amargo y, si dices una tontería, se ríe hasta el familiar más directo del fallecido.

-Es de familia de cantaores, los Pacote. ¿A su padre le podía la timidez para dedicarse al flamenco?

-Mi padre no fue artista de lleno, sino un aficionado magnífico capaz de corregir a cualquier cantaor. No es normal cómo cantaba y su conocimiento. Era mairenista a más no poder. La gente aprendía mucho de él.

-Usted no ha salido a él...

-Tengo una coraza muy grande y me defiendo con mi manera de ser, pero soy un tímido recalcitrante. En las distancias cortas soy el más encogío del mundo.

-¿Su costumbre más seria puede ser no fallar en Semana Santa sin arrancarse con una saeta?

-Llevaré 20 años sin faltar y he hecho florituras para estar en la Madrugada de Jerez. No fallo para cantarle a Jesús y a la Buena Muerte. Y si estoy el Miércoles Santo, le canto al Prendi también.

-¿Está amañado el concurso de saeteros en el que participa? Siempre gana usted.

-No, es una falsa leyenda, a veces ni entraba en la final. Pero tuve una racha, como Zidane, y gané tres o cuatro años seguidos.

-Ha ido del flamenco al humor, el mismo viaje que Chiquito de la Calzada.

-Sí, en la compañía de María del Mar Moreno me recorrí Holanda, Italia, Francia, Alemania, Dinamarca, Malta... Con veintipocos años flipaba de teatro en teatro. Me partió la incompatibilidad con la radio.

-Sus padres montaron el Volapié, una casa de comidas muy flamenca. ¿Qué ocurrió con el Beni de Cádiz y el menudo?

-Él venía de Cádiz con otro señor para jugar al dominó contra mi padre y mi padrino, Juan Morao. Ganó el Beni, cogió un plato de menudo y se lo echó por encima de la cabeza y de su traje blanco inmaculado al grito de "Luis, he venido a tu casa a ganarte. ¡Viva el menudo!". Imagine el traje con los garbanzos y demás, en pos de celebrar su victoria a Luis de Pacote. Los de automovilismo se echan el champán por lo alto y el Beni de Cádiz un plato de menudo. Qué tío más grande.

-El bar daría para la guasa.

-Mi abuelo, Rafael Ramos Soto, perdió una pierna en la guerra y estaba sentado en un carrito. En una fiesta con todos bailando por bulerías con muchas copas de La Ina y Tío Pepe empezó a cantar Terremoto y a mi abuelo se le olvidó que le faltaba una pierna, se levantó para bailar y se cayó de boca palante. Pegó un morrazo que no vea.

-¿Le gustaría ver al Cádiz otro añito en Segunda?

-No quiero quedar de antinada, pero los del Sevilla no quieren que gane el Betis ni al revés. Además, si ya ni hay rivalidad deportiva porque no tengo ni equipo; hay dos Xerez, los dos en Tercera reventados. Me han quitado las ganas de fútbol, y prefiero ver al Madrid, al Barcelona, al Liverpool. Claro que me enfadaría si subiera el Cádiz, pero si sube, ole sus cojones.

-¿Es más posible un pacto entre Abascal e Iglesias o la reunificación de los dos clubes de fútbol jerezanos?

-Lo primero. Allí hay una jibia ridícula. Jerez debe tener un equipo en Segunda mínimo y que estemos en Tercera mientras pueblos colindantes más pequeños están por encima me da mucho coraje.

-¿Qué le pasó de speaker del Xerez en un amistoso contra el OFI de Creta?

-Era un amistoso ridículo a las diez de la noche. Quedaban cuatro minutos para el final y el entrenador del OFI hizo siete cambios. Y yo en la cabina de Chapín miré el papel y vi unos nombres muy raros, Anastosodopoulos, Kakastronianis, Giannapopoulos... Le di al botón, pin, pin, pin: "Cambios en el OFI de Creta. Se retiran unos pocos de griegos y entran otros cuantos". Las 10.000 personas, medio dormidas, me dieron una ovación y tuve que abrir la ventana de la cabina para saludar. Hasta los griegos miraron para arriba.

-¿Le inquieta que Trump le pegue pepinazos desde los drones a los comandantes? A ver si va a por usted...

-Estoy una mijita jiñao porque ese gachó está loco y le da al botoncito. Ahí está liado con el chino ése de Corea. Me gustaría conocerlo en persona y decirle dos o tres tonterías porque el tío es cómico dentro de su chaladura. Tiene que tener arte. Creo que no 'me haría nada y le caería bien con esa cabeza de pelo que parece que se está peinando delante de un ventilador.