España

Francina Armengol, una feminista de fuertes convicciones y carácter dialogante

El Gobierno y la bancada socialista aplauden el nombramiento de Francina Armengol.

El Gobierno y la bancada socialista aplauden el nombramiento de Francina Armengol. / chema Moya / efe

Tras ocho años al frente del Govern balear, con Podemos y los ecosoberanistas de Més per Mallorca en el Ejecutivo, Francina Armengo da este jueves un paso al frente y asume el reto de convertirse en la nueva presidenta del Congreso de los Diputados, en sustitución de Meritxell Batet.

Armengol, con la confianza plena de su partido, ha sido una de las bazas del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para contar con el apoyo de las formaciones nacionalistas en la Cámara Baja a las que necesitará también en un futuro inmediato para su posible investidura.

Mujer socialista y feminista con unas fuertes convicciones y dialogante, como la define el presidente Sánchez, la ex dirigente balear ha mostrado durante ocho años su capacidad para pactar con los soberanistas de Mallorca, a quienes entregó un tema tan sensible en las islas como el área de Política Lingüística.

Antecedentes

Militante del PSOE desde los años 90, esta farmacéutica de formación culmina con éxito su decisión de continuar con su trayectoria política en Madrid tras una agria derrota en las elecciones de mayo. La política mallorquina, que considera el diálogo como uno de sus puntos fuertes, está llamada a contentar a los partidos independentistas en un momento en el que el PSOE los necesita más que nunca, para que Sánchez revalide el mandato.

Con el objetivo de emprender una legislatura "de diálogo, trabajo y consensos", Armengol siempre ha defendido el papel de la política de la izquierda "para solucionar los problemas de la gente, transformar la sociedad y avanzar hacia un futuro mejor", como reiteró en un mensaje en sus redes sociales tras conocerse su designación como candidata a la Presidencia del Congreso.

Armegol, que en 2015 se convirtió en la primera presidenta del Govern balear y revalidó su mandato en 2019, arrancó su camino en la política como concejala de su localidad natal, Inca, donde su padre fue alcalde durante cuatro años. También ha sido diputada en el Parlamento autonómico y presidenta del Consell de Mallorca.

Problemas como presidenta

Como presidenta del Govern, entre otras medidas, eliminó el carácter vehicular del español en las aulas y aprobó una nueva Ley de Turismo que incluía la obligación de los hoteles de 4 y 5 estrellas de contar con camas elevables para facilitar el trabajo de las camareras de pisos.

Armengol también se ha visto envuelta en alguna que otra polémica en los últimos años. Uno de sus episodios más sonados ocurrió cuando fue pillada de copas de madrugada en Palma en plenas restricciones horarias en la restauración por la pandemia de la Covid. Por aquel entonces, pese a las fuertes críticas por parte de la oposición, que pidió su dimisión, se limitó a pedir perdón por el error y se negó a asumir responsabilidades políticas por la polémica.

Otros de los asuntos que ha tenido que afrontar en su mandato son el caso de las menores tuteladas por el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) víctimas de la prostitución, o la trama de corrupción denominada Caso Puertos.

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