El cisma abierto en el PSOE desencadenó ayer una oleada de reacciones que revelan el hartazgo entre los principales barones contra la dirección de Pedro Sánchez. Una de las más duras fue la del PSOE de Castilla-La Mancha, que consideró que la petición del líder del PSC, Miquel Iceta, a los nacionalistas catalanes para que ayuden a un cambio de Gobierno en España confirma que "Sánchez tenía plan oculto para pactar con independentistas que quieren romper España". Así lo sostienen los socialistas castellanomanchegos en su perfil de Twitter, en el que afirman que "se confirman las sospechas" sobre las verdaderas intenciones de Sánchez.

Además de en la cuenta oficial del partido, otros dirigentes regionales como el secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Vaquero, se pronunciaron en el mismo sentido. Para Vaquero, "ésta es la razón definitiva para que si alguien tenía dudas, deje de tenerlas", y cuestionó que Iceta realice estas declaraciones cuando en Cataluña el PSOE obtiene "en torno al 10,5% del voto". "Parece curioso, precisamente, los que menos votos sacan, los que han roto el partido", afirmó el secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, cuyo secretario general, Emiliano García-Page, fue uno de los miembros de la Ejecutivo que ha presentado su renuncia para forzar la salida de Sánchez.

El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, otro de los dimisionarios de la Ejecutiva, ha convenido en que hay que "tender puentes, buscar soluciones y no cavar más la fosa", porque "esto no va de bandas ni de grupos", y recuperar el diálogo roto.

En la misma línea se situó otro de los barones críticos, el extremeño Guillermo Fernández Vara, que abogó por una comisión gestora "representativa y no contaminada", integrada por gente que "sea capaz de coser y unir" para preparar el congreso.  El ex presidente de la Junta de Extremadura e histórico dirigente del PSOE extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, abundó en la necesidad de que la reunión del Comité Federal de mañana  termine con "una respuesta unitaria". Sin embargo, reclamó a la dirección que si no se llega a un acuerdo "devuelvan el partido" y se cree una gestora para volver a los inicios, con todos los alcaldes y concejales que son la "clave de bóveda" del PSOE.

 El eurodiputado socialista Ramón Jáuregui se mostró contrario al calendario propuesto por la Ejecutiva. "Soy contrario a que se produzca un debate congresual para la elección de un secretario general tan precipitadamente y en un momento tan irresponsable para lo que importa a España", incidió en declaraciones a la cadena Ser.

El ex presidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina fue más allá y consideró que  Sánchez "se encuentra entregado a Podemos". Además, afirmó que el partido "ha caído en el error de no haber obligado a dimitir a Pedro Sánchez hace tiempo"

La diputada del PSOE por Castilla y León y ex portavoz socialista Soraya Rodríguez también pidió a Sánchez que no se "atrinchere" en discusiones e interpretaciones estatutarias. Rodríguez considera que el partido debe nombrar ahora una gestora a la que "respeten" todas las partes y que dirija el partido "de manera transitoria" hasta el Congreso Extraordinario en el que se elegirá a la nueva dirección.

En defensa de Pedro Sánchez se pronunció la presidenta del Gobierno de Baleares y líder del PSOE en esta comunidad, Francina Armengol, que defendió que en estos momentos hay que dejar que los militantes, que son "la fuerza del PSOE", se pronuncien en un congreso extraordinario sobre quién debe ser el nuevo líder y sobre el proyecto político y las estrategias a seguir. Armengol, que es también integrante de la Ejecutiva, recalcó que Pedro Sánchez "es el secretario general" y que fue elegido en primarias. "Y a eso tenemos que volver, un Congreso donde la militancia elija a su secretario general", agregó.

La secretaria general del PSOE de Cantabria, Eva Díaz Tezanos, que también forma parte de la Ejecutiva, apostó por la "serenidad" frente a "la ruptura" y aseguró que va a tratar de "tender puentes.  La Ejecutiva del PSE-EE de Euskadi también respaldó la propuesta del secretario general de convocar un congreso que contribuya a "solventar las diferencias" en el PSOE y establezca un proyecto y liderazgo "claro" del partido.

Por su parte, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, llamó a la "serenidad, unidad y respeto entre los compañeros y compañeras" e insistió en su defensa de la estrategia de Sánchez, ya que comparte la idea del secretario general de intentar "una mayoría alternativa capaz de sustituir al Gobierno de Mariano Rajoy y al PP".