El PSC será el partido más votado en Cataluña, pero decidirá ERC
Encuesta electoral DYM
Siete de cada 10 catalanes no está de acuerdo con la celebración de las elecciones el próximo domingo
El día después de las elecciones catalanas del próximo domingo será el más difícil de gestionar, a tenor de lo que indica el sondeo electoral de DYM para este diario. Se publica el último día que permite la ley. Con estos resultados, se podría formar un Gobierno de partidos independentistas o un tripartito, del PSC, ERC y En Comú. No obstante, la incógnita que define el arco final del 'Parlament' será la participación, y los indicios son malos. Siete de cada 10 consultados opina que las elecciones no se deben celebrar el próximo domingo a causa de la pandemia y sólo un 54,3% sostiene, sin duda, que irá a votar.
En las elecciones de 2017, las que ganó Ciudadanos, la participación superó al 80%. Eso fue lo que ayudó a la victoria, insuficiente, de los naranjas, puesto que en las elecciones autonómicas en Cataluña la abstención suele venir de quienes votan a los partidos constitucionalistas. En esta ocasión, quienes se definen como muy catalanistas tienen menos dudas de ir a votar. Además, la ley electoral que se aplica en Cataluña beneficia a los independentista porque da más fuerza a provincias como Gerona frente a la de Barcelona, donde se concentra más voto de PSC y Ciudadanos.
Hechas estas salvedades, que marcarán el resultado, el PSC de Salvador Illa será el más votado, con un 22,7% de apoyos, pero Junts, con seis décimas menos, le ganaría en número de escaños. El PSC obtiene de 29 a 32 parlamentarios y Junts, de 35 a 38, tal es el sesgo de las provincias menos pobladas.
Junts es la marca de Carles Puigdemont, que presenta en esta ocasión a Laura Borrás. A pesar de que la marca se ha partido, porque hay otros dos partidos nacionalistas que han salido de las siglas, volvería a ser el ganador del mundo independentista. ERC, que presenta a Pere Navarro, obtiene de 29 a 31 escaños, con el 19,2% de los votos.
La decisión de presentar a Salvador Illa, anterior ministro de Sanidad, es acertada, pero no suficiente. Acertada porque Illa es el preferido como presidente de los votantes de Ciudadanos y de En Comú, además de los socialistas. Lo prefieren por encima de sus propios candidatos, que son Carlos Carrizosa y Jéssica Albiach, respectivamente. Illa no es el mejor valorado en puntuación, pero sí es el preferido para gobernar.
Lo que se aprecia en el sondeo es que ha habido un desplazamiento de votos desde Ciudadanos y En Comú al PSC y otro, desde Ciudadanos y PP, a Vox. La gran diferencia respecto a 2017 es que el PSC toma el relevo del liderazgo de Ciudadanos, que se hunde hasta los 13 escaños. Venía de los 36 de Inés Arrimadas.
La mayoría absoluta en el Parlamento catalán es de 68 parlamentarios. Junts y ERC llegan a 70 en el ramal más favorable de la horquilla, que terminaría de respaldar la CUP. Esta formación antisistema obtendría de 7 a 9 escaños, con una candidata, Dolors Sabater, que es la mejor valorada de todos los que se presentan en esta ocasión.
Ésa es una fórmula posible de Gobierno. La otra es que ERC accediese a un tripartito junto al PSC y En Común. Los de Pablo Iglesias en Cataluña obtienen de 7 a 8 escaños, suficientes para que ese hipotético bloque obtuviera la mayoría absoluta.
Pero es ERC el que decidiría, y esto complica mucho las opciones del PSC para presidir la Generalitat. Entre los votantes de este partido, son mayoritarios los que opinan que debe formarse un Gobierno independentista, como el de esta última legislatura.
No hay posibilidad, según este sondeo, de que sumen las fuerzas constitucionalistas. Ciudadanos se hunde y se queda con una horquilla de 11 a 13 escaños, pero superior a Vox y al PP. El partido de Abascal adelantaría a los populares y se metería en el Parlamento con 6 a 8 escaños, mientras que el PP sólo ganaría de 3 a 4.
ERC tendría que girar por completo en su estrategia para abrazar la fórmula del tripartito. Hasta el momento, sus líderes se han mostrado muy poco claro sobre ello porque hay división. Sólo Gabriel Rufián, que es el portavoz en el Congreso, es favorable a esa fórmula. La opinión pública catalana está dividida entre las dos opciones. Un tercio prefiere un Gobierno sólo con independentistas y casi la misma proporción, uno tripartito de izquierdas. El sólo constitucionalista es residual.
La legislatura que ahora finaliza no ha terminado por gustar a nadie, y parece que la siguiente puede ser una repetición. Es mayoritaria la opinión de que el siguiente Gobierno catalán tampoco ayudará a mejorar la situación de la comunidad.
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