Un 43 de los ciudadanos desconoce que España ejerció la presidencia rotatoria de la UE durante el primer semestre del año y, del 57 por ciento que sí lo sabe, el 31 por ciento opina que la gestión del Gobierno ha sido "mala" o "muy mala" y el 17,7 por ciento, "buena" o "muy buena", según revela el CIS.

El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), correspondiente al mes de junio, revela además que los españoles se muestran cada vez más pesimistas sobre la coyuntura económica, hasta el punto de que el 79,2 por ciento piensa que la situación es "mala" o "muy mala".

Un dato insólito en los últimos años, como inéditas son también -en este caso para bien- las cifras de preocupación ciudadana por el terrorismo, que baja hasta un desconocido 7 por ciento.

Al margen de las preguntas fijas de sus barómetros mensuales, el CIS ha indagado en esta ocasión sobre las actitudes de los españoles hacia la UE y el conocimiento y la evaluación de la presidencia española.

Cuando faltaban unas semanas para que acabara la presidencia española, el 53,3 por ciento de los ciudadanos lamentaba que España influya "poco" en la UE, un porcentaje alto comparado con el de quienes señalaban que influye "mucho" (un 1,8 por ciento), "bastante" (un 14,7) o "nada" (un 19,9).

Ese 53,3 por ciento es, sin embargo, 20 puntos menor que el porcentaje de quienes consideraban lo mismo en el anterior barómetro con datos referidos a Europa, realizado el pasado mes de diciembre.

Preguntados por cómo creen que el Gobierno defiende los intereses españoles en la Unión Europea, sólo un 17,6 por ciento de los encuestados dice que "bien" o "muy bien", un número bajo si se contrasta con el de quienes piensan que el Ejecutivo los defiende "mal" o "muy mal", el 38,3.

Con todo, un 65 por ciento de los españoles afirma que están poco o nada informados sobre lo que ocurre en la UE, casi el doble que los que señalan que están muy o bastante informados (33 por ciento).

Quizá por ello se explica que en el barómetro del CIS sólo un 6 por ciento de los españoles se reconoce "sobre todo" como ciudadano europeo, frente al 54 por ciento que se proclama primero español.

La encuesta fue realizada entre el 2 y el 14 de junio, coincidiendo con la huelga de funcionarios convocada tras las severas medidas de ajuste del Gobierno, la ruptura del diálogo social y el anuncio del Ejecutivo de que aprobaría por decreto ley la reforma laboral.

Tras varias bajadas mensuales de las cifras oficiales del paro, disminuye la preocupación por este problema, aunque el barómetro lo mantiene en cabeza como principal inquietud, citada por el 75,9 por ciento de los encuestados, seguida de la crisis económica, aludida por el 53 por ciento.

Se deteriora igualmente la opinión sobre la clase política y los partidos -tercer problema-, mencionado por el 20,7 por ciento, una marca desconocida en los últimos quince años, mientras continúa bajando, por el contrario, la visión que los ciudadanos tienen del terrorismo como problema de España, al ser considerado como tal por el 7 por ciento.

Respecto a la imagen que tienen los españoles de la situación política general, sólo es considerada "buena" o "muy buena" por el 3 por ciento (frente al 4,9 de mayo), "regular" para el 23,2 por ciento y "mala" o "muy mala" a juicio del 69,4 por ciento (antes el 61,6).

Además, los ciudadanos vaticinan un agravamiento del escenario político, puesto que el 26,1 por ciento dice que irá a peor y sólo el 10,7 por ciento prevé una mejoría.

Tampoco son buenas las impresiones de los encuestados por el CIS, al evaluar la situación económica.

Si en mayo era "mala" o "muy mala" para el 76,1 por ciento, ahora ya suman 79,2 por ciento quienes mantienen esta percepción negativa, en tanto que se reducen del 2,4 al 2 por ciento los que creen que la situación económica es "buena" o "muy buena".

Con la vista puesta dentro de un año, crece igualmente el pesimismo, porque si en el anterior barómetro el 28,8 por ciento auguraba que la economía empeoraría, ahora suman el 35,7 quienes pronostican que irá a peor, mientras decrece el porcentaje de optimistas del 19,9 al 15,9 por ciento.