Por primera vez en su historia, la Feria de Sevilla ha silenciado la Calle del Infierno en una iniciativa a petición de la Asociación Sevillana de Síndrome de Asperger que aglutina a más de 400 familias en la provincia hispalense.

Una jornada de inclusión con la que se facilita a los niños que sufren trastornos del espectro autista el acceso a los “cacharritos” del recinto ferial. Los ruidos, la música a altos volúmenes y las luces pueden ser una auténtica tortura para personas que sufren estos trastornos, lo que ha imposibilitado a pequeños y familias enteras acudir a la feria durante años.

Así de contundente se expresa Rafael Jorreto, presidente de Asociación Sevillana de Síndrome de Asperger, y uno de los primeros protagonistas en celebrar el "éxito" del proyecto piloto que el Ayuntamiento ha afrontado este año implicándose y sensibilizándose con este colectivo.

Este 2019, y tras el éxito registrado en otras convocatorias festivas, la Asociación Sevillana de Síndrome de Asperger comenzó una recogida de firmas en la plataforma Change.org que recaudó en muy poco tiempo más de 90.000 firmas.

La iniciativa, refrendada con este importante apoyo ciudadano, culminó por parte de la Delegación Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla con la aprobación de 4 horas de ruido mínimo en la Calle del Infierno, respetándose solo las señales acústicas referentes a la seguridad y la música mínima para anular el sonido mecánico de las atracciones.

Tal y como ya destacó en su día el concejal del área, Juan Carlos Cabrera, esta medida es posible gracias a la colaboración de la Asociación de Empresarios Feriantes de Andalucía, Ceuta y Melilla, que aglutina a buena parte de las casi 400 atracciones que se sitúan en la calle del Infierno, y que se mostraron abiertos a colaborar con el Ayuntamiento en este tipo de iniciativas solidarias y sociales.

Finalmente, la propuesta se ha situado como una de las principales novedades de la Feria de Sevilla de este 2019. Una tarde de feria en la que voluntarios y responsables de las atracciones han facilitado que no sólo los pequeños pudieran disfrutar de la Calle del Infierno sin los ruidos y estímulos que les obligan a tener que taparse los oídos. En las calles del Real se pudo ver también a multitud de personas mayores que, gracias a esta medida, han podido experimentar por primera vez en su vida lo que supone una visita a la Calle del Infierno, una tradición habitual para el resto de sevillanos que ahora crece un poco más.

Voluntarios, durante la jornada sin ruido en Feria de Sevilla.

Para poner el broche final, el Circo Sensaciones de Sevilla ha organizado una función adaptada al 80% a las personas que sufren estos trastornos del espectro autista con la música mínima para realizar sus coreografías. Un granito más en este Lunes de Feria que ha enmudecido para llevar a más familias la diversión del Real.

Un lunes de feria único en la historia que ha sorprendido y gustado incluso a los que no sufren hipersensibilidad al ruido y a los estímulos, y del que se espera pueda trasladarse a más jornadas en próximos años y a todas las festividades de España.

Familias, voluntarios y organizadores de la jornada sin ruido de la Calle del Infierno.