Pertenecer a una de las familias más poderosas de Estados Unidos la convirtió en famosa desde su nacimiento. Tan intensa ha sido su vida que después de la exitosa publicación de sus memorias, HBO decidió llevarla a la televisión hace dos años. El documental Nada más que decir fue un éxito, porque la vida de Gloria Vanderbilt no deja indiferente a nadie. La historia de la descendiente de Cornelius Vanderbilt está repleta de altibajos. El primer momento que marcó su vida fue el fallecimiento de su padre cuando ella era un bebé. Reginald Vanderbilt murió a causa de su adicción al alcohol. La madre de Gloria tuvo que hacer frente a los cuidados de su hija, una responsabilidad que le vino grande. Mientras vivía su marido, la madre de la heredera salía de viaje continuamente junto a su esposo. Cuando falleció, continuó con su ajetreada vida social. Al ver que no prestaba la atención que su hija requería y que no estaba gestionando como debía la fortuna que su marido le había dejado a su única hija, su cuñada decidió llevarla a los tribunales para luchar por la custodia de la niña. La tía Gertrude ganó el juicio y desde ese instante fue la que ejerció de madre con la pequeña. Y también de maestra. Fue la encargada de introducir a Gloria en sectores como la pintura o el cine, algo que le cambió la vida. Su tía le permitió hacer realidad uno de sus sueños, estudiar arte dramático. Conoció entonces a muchas personas influyentes del sector y su belleza hizo que le propusieran ejercer de modelo. Lo hizo sin dudarlo y con quince años protagonizó su primera portada en Harper's Bazaar.

Marlon Brando, Frank Sinatra y Roald Dahl fueron algunos de los amantes de Vanderbilt

Nunca ha tenido miedo a los nuevos retos. En el mundo de la moda también ha ejercido como diseñadora. Su colección de pantalones vaqueros y el diseño de su propio perfume le llevaron a lo más alto. El paso de los años nunca ha sido un problema para ella. Gloria siempre se ha adaptado a los nuevos tiempos. Hace un año se abrió una cuenta en Instagram. Tiene más de ciento setenta mil seguidores con los que comparte fotografías de sus grandes pasiones. Del amor, ni rastro.

Gloria ha tenido éxito en lo laboral, pero sus relaciones amorosas no han tenido un final feliz. Aún así continúa defendiendo que "siempre debemos estar enamorados". Marlon Brando, Frank Sinatra y Roald Dahl fueron algunos de sus amantes. Ha estado casada cuatro veces. Su primer marido fue el productor de cine Pat DiCicco. Después se casó con el director de orquesta Leopold Stokowski, con quien tuvo dos hijos. Su tercera boda fue con el cineasta Sidney Lumet. Y su cuarto marido fue el escritor Wyatt Emory Cooper, con quien tuvo otros dos hijos. En este caso el final fue muy diferente. Su marido falleció a los cincuenta años por un problema cardiaco. Desde su muerte Gloria se refugió en los dos hijos que tuvieron en común. Años más tarde llegaría otra de las grandes tragedias de su vida, la muerte de uno sus descendientes. Desde entonces vive pegada a su hijo Anderson Cooper, reconocido periodista de la CNN. Juntos acuden a numerosos eventos donde se dan cita las personas más influyentes de la sociedad. En cada una de sus apariciones Gloria continúa dando muestra de su estilo y vitalidad, demostrando que los 94 años no están reñidos con las ganas de vivir.