La hija pequeña de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin acaba de cumplir 17 años. Irene Urdangarin afronta una etapa crucial de su vida con la toma de decisiones que determinarán su vida en el futuro. La joven está muy unida a su madre con la que vive en Ginebra desde hace más de una década. Allí ha desarrollado una vida discreta y alejada de los focos y problemas familiares como la imputación de su padre en el Caso Noòs, la reciente ruptura de sus padres o las polémicas protagonizadas por su abuelo.

Irene Urdangarin nació el 5 de junio de 2005. La pequeña de la familia siempre ha estado muy ligada a sus hermanos mayores, Juan, Pablo y Miguel con los que le separa una escasa diferencia de edad. Juan tiene 20 años, Pablo 19 y Miguel cuenta con 18. Con todos ellos mantiene una estupenda relación, ya que cuentan que Irene es muy familiar. Por el momento, Irene pretende estar al margen de su apellido Borbón. No quiere seguir la estela de su prima Victoria Federica, convertida en una auténtica estrella de las redes sociales. La nieta más desconocida de los reyes eméritos es una joven con mucho potencial por explotar y que guarda con mucho recelo sus apariciones públicas.

Irene Urdangarin ha sido uno de los principales apoyos de la infanta Cristina en su proceso de separación.

En los últimos meses Irene ha sido uno de los principales apoyos de la infanta Cristina tras conocerse su separación de Iñaki Urdangarin. Irene, al contrario que su hermano Pablo, que ya llegado a ejercer de portavoz de la familia se ha mantenido en un segundo plano en la separación de sus progenitores.

Irene ha crecido lejos de España, primero en Washington y luego en Suiza. La pequeña de los Urdangarin ha estado muy unida a sus primas la princesa Leonor y la infanta Sofía. Las tres tienen una edad similar. Compartieron juegos y confidencias hasta que las decisiones de sus padres pusieron distancia entre ambas, fundamentalmente por la imputación de Iñaki Urdangarin en el Caso Noòs. También ha mantenido una buena relación con su prima Victoria Federica, a la que le une la pasión por la moda. Irene tiene sus redes sociales privadas, pero en más de una ocasión le ha dado me gusta a publicaciones de su prima. Pese a ello, ahora la relación es menos fluida y ambas se encuentran en etapas vitales muy diferentes.

La nieta pequeña del rey emérito ha heredado de su padre la pasión por el deporte. Entre sus deportes favoritos están el esquí, la natación, la vela y el tenis. El pasado invierno estuvo esquiando en los Alpes junto a sus amigas. De su vida en Suiza se conocen pocos detalles. Acude a las clases en la Escuela Internacional de Ginebra, donde tiene un grupo reducido de amigas. Le apasiona la moda, aunque parece que no quiere dedicarse a ello y enfocar su carrera profesional hacia otro sector. ¿Volverá a España?