¿Qué le está pasando a Justin Bieber? El cantante no levanta cabeza. La polémica le persigue desde hace semanas y, teniendo en cuenta los últimos sucesos en los que se ha visto envuelto, todo apunta a que lo va a seguir haciendo. El canadiense está abrumado y, a sus 19 años, está claro que la fama le está viniendo algo grande. Asegura que en muchas ocasiones se siente solo y que, a pesar de estar siempre rodeado de personas que le idolatran, en su vida faltan amigos de verdad, puesto que no puede confiar en nadie. Sólo encuentra apoyo incondicional en su chica, Selena Gomez, con la que ya ha superado su última crisis. A todo esto se suman las críticas que está recibiendo últimamente por su actitud durante su actual gira mundial y las acusaciones de su abuelo, George Bieber, que hace unas semanas declaró que vive al borde de la miseria y que su célebre nieto se despreocupa por completo de su precaria situación. George, de 61 años, ha contado que una enfermedad le impide trabajar y que Justin en lugar de ayudarle económicamente mira hacia otro lado y sigue con su vida repleta de lujos.

En cuanto a los problemas durante su tour por todo el planeta, el cantante suma escándalos, retrasos y críticas por días. Primero fue su visita a la Casa Museo de Ana Frank en Amsterdam, a su paso por Holanda, lo que levantó una gran polvareda. La firma que la joven estrella dejó en el libro de visitas del lugar donde literalmente escribió: "Verdaderamente inspirador poder venir aquí. Ana fue una gran chica. Ojalá hubiera sido una believer (como se conoce popularmente a sus fans)" generó un aluvión de críticas en Twitter. Pero la cosa no quedó ahí. Hace unas semanas, compartió con sus followers de la red social una imagen en la aparece un chico identificado como Justin junto a una chica, quien sería una belieber, en forma de caricaturas, recostados y todo indica que desnudos. Una fotografía que no ha hecho demasiada gracia a los padres de sus cientos de fans adolescentes.

Peleas con paparazzis, actuaciones ligerito de ropa y un interrogatorio ante la policía de Dubai, tras ser pillado conduciendo a gran velocidad un Lamborghini deportivo y saltarse todas las normas de tráfico, son otros de los múltiples incidentes que el canadiense ha tenido en el último mes. Por si esto fuera poco, la prensa de Estambul lo critica duramente por saltarse los controles de seguridad del aeropuerto para evitar a la prensa de la ciudad. Comentarios más que negativos que se extendieron aún más por las salidas nocturnas del cantante durante su estancia en Turquía. Días antes los agentes de seguridad suecos confiscaban droga y un arma eléctrica del autobús de su gira. Menos mal que al menos con Selena ha arreglado sus tensas diferencias.