Pasarela

Mujeres al poder

  • Ágatha Ruiz de la Prada, Duyos, Devota & Lomba y Ana Locking rinden tributo a una mujer que se siente "divina" en todos los sentidos y fortalecida

Desfile de Ágata Ruiz de la Prada.

Desfile de Ágata Ruiz de la Prada. / EFE

Los diseñadores Agatha Ruiz de la Prada, Juan Duyos, Devota & Lomba y Ana Locking empoderaron ayer a la mujer en la Madrid Fashion Week con unas colecciones bien pensadas, atentas a sus necesidades, que la fortalecen y la hacen sentirse "divina" en todos los sentidos.

Entre olés y aplausos, el desfile de Agatha Ruiz de la Prada, un homenaje al diseñador Yves Saint Laurent, supuso una bocanada de aire fresco que trajo a la pasarela fabulosos trajes de chaqueta de micropana en los que se aprecia mimo y mucho cariño por las cosas bien hechas. La bandera de España tapizaba la pasarela, el himno nacional sonaba a todo volumen, y el público estaba en pie cuando comenzó el pase de Ruiz de la Prada con un vestido corto que representaba la rojigualda. En esta colección, la diseñadora ha rebajado la teatralidad de sus patrones y ha mostrado una faceta más minimalista sin perder su esencia, su optimismo, su visión pop del mundo, ese punto de locura que tanto gusta. En las bambalinas de la pasarela, el jefe de talleres, Javier Carrera, explicó que en esta nueva colección Ruiz de la Prada ha querido "estudiar mucho el patronaje" para "marcar hombros y cintura" con la intención de potenciar el poderío femenino. Se vieron trajes de chaqueta, faldas cortas conjuntas con camisas de plástico oversize, como si la chica "hubiera robado" las camisas a su novio. Tras una salidas con pantalones bombachos de pana, andróginos y sexis al mismo tiempo, conjuntados con camisas serigrafiadas con mensajes como Hoy lunes visto de Agatha, apareció en escena un vestido de novia que consistía en un abrigo de peluche beige y vestido corto en rosa bebé con un gran corazón en el pecho. Por si hubiera alguna duda y quisiera lanzar algún mensaje, la enérgica creadora, tras el desfile, salió a saludar con un minivestido de novia en rosa chicle.

Como es habitual en sus colecciones, Modesto Lomba, director creativo de Devota & Lomba, ahondó en la geometría y el estudio de la simetría para componer una colección de bellos volúmenes con alpaca y lana que en ocasiones se han desfilado con cuadros escoceses en tonos verdes y limas y puntos de luz rojo. Devota & Lomba, desde su anterior colección, se ha olvidado del origami y de la papiroflexia y ha dado un giro que desprende calidad y confort para una mujer serena. Trajes de chaqueta, abrigos, chaquetones y capas desprenden fuerza y nacen con la vocación de vestir a una mujer para el día a día.

La mujer de Ana Locking no tiene miedo. Just fear it (Témelo) es el mensaje que ha querido transmitir desde la pasarela, presentando una colección oscura, muy en su línea informal, con la que invita a ver el lado "bueno" del miedo e impulsa a "arriesgar". Prendas deportivas como las chaquetas bomber se han pasado al lujo con tejidos brillantes como jacquard, moiré o lentejuelas mezcladas con espumillón. Locking, que acaba de cumplir diez años sobre las pasarelas haciendo ropa de mujer y de hombre, quiso recoger también algo de su primera colección, completamente negra. En esta propuesta, el color carbón ha sido el encargado de abrir y cerrar el desfile.

Con mujeres "reales" y a paso "lento y seguro", Juan Duyos ha alumbrado una colección de costura a medida para una mujer "real", para todas aquellas que llegan a su taller. Ayer por la mañana, la pasarela estuvo repleta de guiños a la estética de los 80 con el trabajo de Andrés Sardá, The 2nd Skin Co. y Hannibal Laguna. María Escoté, sesentera y con toques retrofuturistas, cuyo desfile se celebró el jueves, es hasta el momento la visión más transgresora de una Fashion Week caracterizada por el costumbrismo en esta edición.

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