La periodista y modelo Sara Carbonero ha sido dada de alta en la residencia madrileña donde fue intervenida hace una semana de una operación urgente a raíz de una revisión. La conocida reportera había sido tratada de un cáncer de ovarios dos años y medio atrás.

La que fuera esposa del guardameta internacional Íker Casillas ha estado sometida en observación a lo largo de la semana, con preocupación por parte de sus familia y amigos. Ha sido atendida en la Clínica Universitaria de Navarra, en Madrid. Su ex pareja viajó de Qatar, donde es comentarista del Mundial para TVE, para visitarla, regresando el domingo para narrar el partido ante Alemania. Casillas mostró su malestar con los medios por dar a conocer lo sucedido sin atender a la intimidad de la enferma, según su queja.

La revista Semana ha adelantado este lunes el alta de Sara Carbonero que ya se encuentra en casa para seguir con el tratamiento postoperatorio. Sus hijos, Martín y Lucas, que estaban a cargo de su hermana está al fin con ella, tras una semana donde su estado de salud ha preocupado a todo su entorno. Ella ha querido mantener la tranquilidad y optimismo a través de varios mensajes expresados en las redes sociales.

El nombre de Sara Carbonero está unido al Mundial de Sudáfrica. En aquella ocasión la entonces reportera de Telecinco era la narradora a pie de campo y medios extranjeros criticaron que estuviera en esa labor siendo la pareja del guardameta Íker Casillas, al que se le culpaba de haber estado nervioso en el debut con derrota ante Suiza. Como todos recordamos, la historia terminó muy felizmente y tras la victoria en la final Casillas besó a su novia cuando le estaba entrevistando por el triunfo ante Países Bajos.

La relación se extendió durante algo más de diez años, pero ambos decidieron una separación amistosa, tras superar ella un cáncer y él un infarto que precipitó el fin de su trayectoria deportiva, cuando estaba en el Oporto.