Pasarela

El apasionado reencuentro de Enrique Ponce y Ana Soria

Ponce y Ana Soria, paseando por Almería.

Ponce y Ana Soria, paseando por Almería. / Gtres

Enrique Ponce y Ana Soria viven en una constante luna de miel. El torero, debido a sus compromisos profesionales, tiene que pasar más tiempo del que le gustaría lejos de Almería, donde tiene fijada su residencia con su pareja, Ana Soria; de ahí que la pareja tenga que separarse largas temporadas. Pero, pese a que hace unas semanas comenzaron a circular rumores de un posible distanciamiento, a juzgar por las imágenes publicadas por la revista Semana en la portada de su última edición, sigue existiendo mucha complicidad y amor entre ambos.

Enrique Ponce y Ana Soria, en la portada de 'Semana'. Enrique Ponce y Ana Soria, en la portada de 'Semana'.

Enrique Ponce y Ana Soria, en la portada de 'Semana'. / Semana

Aunque al principio nadie apostaba por su relación, el tiempo ha sido un claro indicador de que su unión es muy fuerte y de que su vínculo como pareja cada vez está más consolidado. A pesar de su gran diferencia de edad -26 años-, Ana Soria y Ponce parece que viven cada segundo de su noviazgo con gran intensidad, irradiando felicidad en cada uno de sus encuentros, más aún cuando llevan un tiempo sin verse.

Ambos parecen vivir ajenos a las habladurías, haciendo oídos sordos a los supuestos problemas en su relación debido al trabajo de Ponce, que se ha tenido que alejar últimamente en más ocasiones de su chica, quiene está estudiando Derecho. Tras muchos meses en el foco mediático, han conseguido encontrar el equilibrio, cerraron sus redes sociales y actualmente se sienten más unidos y fuertes que nunca.

El torero y su novia, en una imagen de cuando tenían abiertos al público sus perfiles de redes. El torero y su novia, en una imagen de cuando tenían abiertos al público sus perfiles de redes.

El torero y su novia, en una imagen de cuando tenían abiertos al público sus perfiles de redes. / Instagram

Enrique Ponce continúa viviendo en Almería junto a su novia, aunque las obligaciones como padre y los negocios que posee en su finca de La Cetrina, ubicada en Jaén, le obligan a ausentarse más de lo que quisiera.

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