El hijo mayor de Alfonso XIII se divorció dos veces en los años 30

Dos primos del Rey, Alfonso y Gonzalo de Borbón, consiguieron sendas nulidades eclesiásticas en los años 80 y dos primos de doña Elena están en trámites de divorcio

Francisco Andrés Gallardo

26 de noviembre 2009 - 05:03

Alfonso de Borbón y Battenberg, primogénito de Alfonso XIII, de salud quebradiza, renunció a sus derechos dinásticos en 1933, cuando se habían cumplido dos años de exilio del rey, para casarse con una joven cubana de familia cántabra, Edelmira Sampedro. La chica, por su condición de plebeya (a la que maliciosamente le apodaron La Puchunga), no podía ser el destino del príncipe de Asturias, que conoció a este amor en una clínica suiza mientras recibía tratamiento de su hemofilia. El matrimonio duraría poco tiempo y en 1937 las autoridades suizas y cubanas reconocían la ruptura. El ex príncipe se desposó dos meses después con Marta Rocafort, de la que se divorció al poco, escasas semanas antes de morir por un accidente de tráfico, que pese a su levedad le causó hemorragias mortales. Tres cuartos de siglo después, el príncipe de Asturias no sólo se casó con una plebeya, Letizia Ortiz, sino que además la actual princesa estuvo casada en primera nupcias, aunque sólo por lo civil, con un profesor, Alonso Guerrero. Lo que hubiera causado escándalo, o al menos incomodidad en otros tiempos en el entorno del Rey, fue sobrellevado con normalidad. A finales de los 80 despertaba críticas sólo que don Felipe de Borbón estuviera enamorado de Isabel Sartorius porque la joven tenía a sus padres divorciados.

Antes del príncipe Alfonso, la primera ruptura en la Familia Real española fue la de la infanta Eulalia, hija de Isabel II, quien en 1900 se divorció de su primo Antonio María de Orleans. El divorcio ha sido frecuente entre los descendientes de Alfonso XIII, quien tras su abdicación vivió separado de su mujer, la reina Victoria Eugenia, hasta su muerte en Roma en 1941. Hasta ahora no se había producido esta situación en el seno de la familia inmediata de don Juan Carlos, unas rupturas que sí han sido moneda corriente, por ejemplo, en la anglicana Casa Real británica.

El segundo hijo de Alfonso XIII, el infante don Jaime de Borbón, renunció a sus derechos dinásticos por su minusvalía (era sordomudo), lo que le permitió casarse con la francesa Emmanuella Dampierre en 1935, de la que se divorció doce años después. Sus dos hijos y primos del Rey, Alfonso y Gonzalo, tuvieron sendas nulidades eclesiásticas de sus respectivos matrimonios. Alfonso de Borbón, que intrigó para arrebatar la sucesión de Franco, se casó con la nieta mayor del dictador, Carmen Martínez Bordiú, en el delicado año de 1973. Ella pidió la nulidad, rubricada en 1986. Gonzalo de Borbón, de tumultuosa vida profesional y sentimental, consiguió la nulidad en 1989 de Mercedes Licer.

Dos hijos de la infanta doña Pilar, primos de doña Elena, están separados. Simoneta Gómez-Acebo, la primera descendiente de Alfonso XIII que celebraba su boda en España tras el exilio, se casó en 1990 con José Miguel Fernández Sastrón, y se conoció su separación este verano. Beltrán Gómez-Acebo también se ha separado de la modelo Laura Ponte. Con lo sucedido con doña Elena, el divorcio ha sido aceptado con naturalidad, y algo de resignación, en la Zarzuela.

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