La primera 'chica Bond' ya es octogenaria
Ursula Andress, que vive retirada de los focos en una finca rural italiana, sopla hoy 80 velas en su pastel de cumpleaños
Ursula Andress, la que dejara temblando al público masculino de 1962 en esa escena de la primera entrega de la popular saga de James Bond en la que emergía de aguas caribeñas con un minúsculo bikini blanco y un cinturón en el que portaba una navaja , cambia hoy de década, y ya es octogenaria. Sólo fue una escena, pero la hizo memorable. El imponente atractivo físico de la voluptuosa suiza marcó su carrera convirtiéndola en un verdadero mito sexual del cine de los años 60. Ahora, Ursula vive retirada de los focos en el campo italiano, donde tiene una finca del siglo XVIII. "Tal vez, lo que impresionó es que yo no mostraba miedo alguno ante el gran Bond", comentó en una entrevista hace un par de años. Y añadió: "Ser hermosa no es suficiente para tener una vida plena. Hay que tener estilo y corazón". Y voluntad para triunfar. El camino de Andress a la fama no fue siempre fácil. Nacida en 1936 en la localidad de Ostermundigen se crió bajo la estricta disciplina de su abuelo, que trabajaba cultivando plantas e hizo trabajar duro a la pequeña. "Mi infancia fue increíblemente particular. Casi como en el siglo XVII", recuerda. Fue en Roma donde se inició en el mundo de la interpretación permitiéndose el lujo de rechazar a Hollywood al no querer estudiar inglés. Finalmente dio el paso y tras aparecer junto a Sean Connery, ya convertida en una sex-symbol, su fama subió como la espuma. En 1965 posó para Playboy, fotografiada por su marido de entonces, el actor John Derek, al que abandonó en el 66 tras una aventura con Jean-Paul Belmondo. Más tarde se unió a Harry Hamlin, 15 años más joven que ella, y padre de su hijo, que tuvo en 1980, cuando ya tenía 44 años. Aunque su trayectoria ha estado marcada por sus idilios con hombres influyentes, es su vástago, Dimitri, el verdadero amor de su vida.
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