Un montador de estructuras metálicas de 59 años y que padece Párkinson ha conseguido que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) le reconozca una Incapacidad Permanente Absoluta (IPA), es decir, su imposibilidad para trabajar en cualquier profesión por la patología que sufre y sus limitaciones, tanto físicas como psíquicas.

Su representante legal, el abogado laboralista Álvaro Jiménez Bidón, de Jiménez Bidón Abogados, ha demostrado ante Seguridad Social que las patologías del trabajador y sobre todo sus limitaciones físicas y psíquicas, le incapacitan para el desarrollo de cualquier actividad laboral.

Este trabajador sevillano, nacido en noviembre de 1963 y cuya profesión es la de montador de estructuras metálicas, padece la enfermedad de Párkinson idiopática. Como consecuencia de ello, tiene un temblor constante de MSD en reposo con una lentificación de movimientos, especialmente los voluntarios complejos (bradicinesia) y rigidez.

Estas limitaciones físicas -con movimientos erráticos y disminución de fuerza- y psíquicas le impiden tener un mínimo nivel para cumplir con su trabajo de montador de estructuras, lo que le genera fuertes crisis de ansiedad.

Como montador de estructuras metálicas sus funciones son la de planificar y ejecutar el montaje de la maquinaria de acuerdo con las instrucciones recibidas de la dirección técnica, siendo necesario estar muchas horas en movimiento y requiriendo de constante buen pulso, debiendo también mantener una buena concentración para sobrellevar el elevado ritmo de trabajo.

El abogado laboralista Álvaro Jimenez Bidón, de Jimenez Bidón Abogados.

Viéndose incapaz de continuar con su jornada laboral con un mínimo de dedicación, profesionalidad y constancia, el 18 de noviembre de 2022 cursó la baja médica y su abogado, Álvaro Jiménez Bidón, inició ante la Seguridad Social el trámite para el reconocimiento de su incapacidad laboral, al señalar que el cuadro clínico que presenta es "irreversible y crónico".

El trabajador alegó en su reclamación que se trata de un complejo cuadro médico de avance progresivo, donde "no existe posibilidad de mejora, empeorando su situación de manera continuada, y por tanto se hace incompatible con cualquier actividad laboral".

Añadía asimismo que "no sólo se encuentro limitado para la realización de esfuerzos severos y mantenidos, como manifiestan los informes médicos, sino para cualquier tipo de esfuerzo por liviano o sedentario que sea, pues su cuadro médico así como sus limitaciones físicas y psíquicas son incompatibles con cualquier quehacer laboral, ya que no son susceptibles de mejoría, siendo la progresión más probable a empeoramiento, ya que se va incrementando de forma notable y progresivamente".

El pasado 18 de mayo, el INSS ha emitido un dictamen una vez realizado el informe médico de síntesis del Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) por el que se le concede la Incapacidad Permanente Absoluta (IPA) más el complemento para la reducción de la brecha de género (según Art. 60 TRLGSS) por enfermedad de parkinson idiopática unido a trastorno ansioso depresivo, lo que supone una pensión total de 1.078 euros mensuales.