En la cuarta sesión del juicio por las mordidas de Fitonovo los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que investigaron el caso han expuesto la operativa contable que seguía la empresa para pagar las mordidas a los funcionarios y que consistía básicamente en "ennegrecer" el dinero legal mediante facturas falsas con las que nutrían la denominada "Caja B" de la compañía destinada al abono de las dádivas y sobornos.

Uno de los agentes que ha declarado este lunes en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional ha señalado que la Caja B era controlada por Ángel Manuel Macedo Gajete, "persona de confianza" de la dirección de Fitonovo y que realizaba el control de las entradas y salidas de las cantidades de dicha contabilidad paralela que se nutría con fondos procedentes de "facturas falsas".

De la Caja B se pagaban las mordidas a los funcionarios y también otros conceptos, como sobresueldos a los empleados, y para ello tenían una serie de empresas que actuaban como "factureros", que facturaban por servicios inexistentes y recibían el importe neto de las facturas, mientras el resto se ingresaba en esa contabilidad paralela.

El testigo ha afirmado que Fitonovo "engordaba la Caja B para tener un montante" suficiente para el pago de las mordidas y ha explicado, a preguntas del fiscal, que el dinero era legal y mediante esta operativa "se ennegrece". De hecho, en un anterior juicio de la macrocausa de Fitonovo, en el que fueron acusados los dueños de Fitonovo, el fiscal retiró la acusación por el delito de blanqueo de capitales.

El código "669", para las mordidas

El pago de comisiones y sobornos tenía su propio código en la contabilidad paralela de Fitonovo y para ello se utilizaba el código "669", que en la contabilidad general se utilizara para el concepto "otros gastos financieros", pero que en la Caja B incluía el pago de las mordidas pagadas a los funcionarios a cambio de la contratación con las distintas administraciones públicas.

Otro agente de la Guardia Civil ha ratificado que ese código se utilizó por Fitonovo para control el pago de las "mordidas, dádivas o sobornos" que se efectuaban desde la Caja B, de tal forma que cada funcionario que era untado por la empresa tenía su propio número de cuenta, mediante los tres números finales que acompañaban a ese código 669.

Una de las anotaciones realizadas por un pago de una comisión al funcionario Francisco Amores.

Así, el fiscal ha mostrado uno de los asientos contables de la caja B de Fitonovo en la que figura un pago de 400 euros al que entonces era jefe de servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla Francisco Amores Corredano, que tenía asignado el código "66900014".

Sobre este funcionario, que es uno de los diez acusados que ha pactado con la Fiscalía para reducir su condena de cuatro años de cárcel a nueve meses, uno de los guardias civiles ha ratificado que percibió mordidas tanto en dinero como en especie, como obras en su casa o la compra de ventanas por un importe de 16.000 euros.

Una anotación en una libreta con las mordidas para el funcionario Francisco Amores.

El agente ha corroborado que en la contabilidad B de Fitonovo eran frecuentes las anotaciones de "Ventas Paco", que hacían referencia a las comisiones que se le abonaron durante años, además de que tenía una asignación mensual que oscilaba entre los 300 y los 600 euros. El fiscal ha mostrado también un recorte de una libreta con unas anotaciones a mano donde, bajo el epígrafe "Obra la Corchuela", figuran las dádivas de Fitonovo a este funcionario como "contraprestación" por la adjudicación a Fitonovo de esa obra, entre las que se recoge el pago de 600 euros mensuales, el abono de la factura del teléfono móvil o los gastos mencionados en una cristalería de Sevilla por las ventanas.

El testigo también se ha referido a una conversación grabada por el dueño de Fitonovo con Francisco Amores en la que se habla precisamente de la renovación del contrato de la Corchuela y el funcionario pide una "cantidad económica" por seguir contratando con el Ayuntamiento para unos concurso sen los que aseguraba que "tenían influencia en la contratación o dejaba entrever que la tenía", ha precisado el agente, que ha cifrado en un montante total de 84.806,17 euros el dinero recibido por el que fuera jefe de servicio de Parques y Jardines.