La empresa municipal de Limpieza de Sevilla (Lipasam) ha abonado por error un total de 264.587,96 euros al ex contable Manuel M. G., que está siendo investigado por el desfalco de más de un millón de euros. El error ha sido puesto de manifiesto por el propio investigado, cuyo abogado, José María Jiménez, ha puesto en conocimiento del juzgado de Instrucción número 14 de Sevilla.

El propio letrado ha explicado a este periódico que los hechos se remontan al pasado día 10 de febrero, cuando Manuel M. G. recibió en una de sus cuentas bancarias dos ingresos realizados por Lipasam por importes de 263.417 y 1.170,96 euros, lo que asciende a un total de 264.587,96 euros.

Nada más percatarse del error en estas transferencias, la defensa del ex contable de Lipasam ha informado al juzgado de estos ingresos y ha comunicado asimismo la "no aceptación" de estas cantidades y que se procedía a su devolución a la empresa pública municipal, ha indicado el abogado José María Jiménez.

El error ha podido producirse porque desde Lipasam no se hay modificado la cuenta corriente al realizar uno de los pagos a uno de los proveedores de la empresa, ha explicado la defensa, que ha destacado cómo su cliente ha informado de inmediato de esta incidencia nada más detectar el error en los ingresos recibidos.

Esta incidencia se ha producido precisamente cuando el ex jefe de servicio del departamento económico y financiero de Lipasam Manuel M. G. está citado mañana en el juzgado de Instrucción número 14 de Sevilla, donde debe declarar en relación con el presunto desfalco de más de un millón de euros.

El ex jefe de servicio del departamento económico declarará mañana ante el juez

La imputación de Manuel M. G. se produjo después de que la acusación particular que ejerce Lipasam reclamara al juez la citación "urgente" de este ex trabajador y también la adopción de medidas cautelares para evitar "una fuga u ocultación de datos y que aseguren responsabilidades civiles para la recuperación del dinero público".

La investigación interna previa a la denuncia reveló que el modus operandi empleado en el fraude consistía en falsificar pagos que vulneraban los procedimientos internos establecidos en beneficio personal. Manuel M. G. aprovechó su responsabilidad y conocimiento de la empresa para desviar dinero a sus cuentas personales, a través de falsificaciones de pagos en determinados momentos del año.