Estafa

Piden cinco años de cárcel por estafar a la mujer de 83 años a la que le compró el piso

  • El acusado, que asegura que todo se hizo con el consentimiento de la anciana, le propuso comprar el inmueble, situado en El Fontanal, en 11 plazos anuales de 5.500 euros

  • La anciana se quedaría en el domicilio hasta que encontrara una residencia a su gusto, aunque puso el inmueble a su nombre tras escriturarla

  • Más infomación en www.juzgadodeguardia.es

La Audiencia de Sevilla y los juzgados al frente.

La Audiencia de Sevilla y los juzgados al frente. / juan carlos muñoz

Hay muchas formas de comprar o vender un piso, pero algunas pueden terminar ante un tribunal. La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla ha juzgado a un joven, Gabriel R. G. por un presunto delito de estafa en la compra de un piso a su vecina, de 83 años y que, según la Fiscalía, en el momento de la venta ya presentaba "síntomas de alteración cognitiva".

La anciana no pudo declarar ante el tribunal en persona por el estado de desorientación en el que se encontraba, pero en el testimonio grabado con anterioridad y que pudo ser oido en la sala, aclaró que no quería vender el inmueble, "ni a él ni a otro" y aseguró que no ha recibido ningún dinero por parte del acusado. Durante el juicio, tanto el policía que investigó las cuentas de la víctima como la trabajadora social ratificaron que los únicos ingresos del acusado son los dos plazos de 5.500 euros de 2020 y 2021.

En la prueba preconsttuida, la mujer afirmó que ella no quería ir a la notaría donde se otorgó escritura de compraventa del inmueble. Aunque durante su declaración, Gabriel R. G. afirmó que en todo momento quiso comprar el piso a su vecina "por echarle una mano".  Ambos eran vecinos de rellano y "le ayudaba a subir las bolsas porque vivíamos en un cuarto piso sin ascensor". Según el acusado, un día se la encontró llorando porque "el de la inmobiliaria y la asistenta social le habian llevado a firmar documentos para vender su casa y ella se tenía que ir. Ella quería vender el piso, pero no de esa manera". Gabriel le propuso entonces comprarle la vivienda, de unos 60 metros cuadrados y situado en la zona de El Fontanal, por el precio de la inmobiliaria, 70.000 euros, pero en 11 plazos anuales de 5.500 euros dándole como señal, 4.000. "Y ella se quedaría en la casa hasta que encontrara una residencia pública, que era lo que quería", afirmó ante el tribunal.

Sin embargo, la oficial de la notaría declaró que la cláusula sobre que la anciana se podría quedar en precario en la casa hasta que encontrara una residencia fue introducida por ella al ver que el contrato era "poco favorable a la mujer y una forma de pago poco habitual, sobre todo teniendo en cuenta la avanzada edad de la vendedora". De hecho, en el contrato de arras no contiene la posibilidad de que la mujer siguiera viviendo en el piso tras escriturarlo. Además, la víctima asegura que no recibió los 4.000 euros ni los 5.500 que el acusado sacó del banco el día de la compraventa mediante cheque bancario y que la propia empleada de la ventanilla aseguró que cogió el acusado "porque a ella le daba miedo llevar tanto dinero". Además, en su cuenta no aparece ningún ingreso de estas cantidades.

La Fiscalía solicita cinco años de cárcel por un delito de estafa, además de una multa de 6.750 euros. Según el Ministerio Público, el acusado requirió a la anciana para que abandonara el piso "sin haber abonado cantidad alguna".

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