El TSJA ha ratificado la condena impuesta por la Audiencia de Sevilla a Ismael F.R., el okupa que tenía atemorizada a la barriada Villegas del distrito de la Macarena. El hombre fue condenado a casi seis años de cárcel por tráfico de drogas en uno de sus pisos okupados y por otro delito de robo con violencia e intimidación al entrar de madrugada en una vivienda para sustraer un perro junto con David R. H., cuya pena también ha sido respaldada por el alto tribunal.

Ismael F. R.  provocó un movimiento vecinal para denunciar que estaban atemorizados por esta persona, que había ocupado una vivienda en la zona junto a su pareja y sus padres. El condenado ha pasado, además, por numerososo procesos penales.

Según la sentencia de la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla, que ha sido refrendada por el TSJA, Ismael y su amigo David R.H., junto con dos individuos no identificados, fueron en la madrugada del 4 de abril de 2019 a la vivienda de una pareja y se llevaron por la fuerza un perro de raza American bully porque creían que era uno de los cachorros de una camada que le habían robado unos meses antes.Tras llamar a la puerta del piso, amenazaron a la pareja, llegando a tirar al suelo a la mujer. Ismael llevaba un cuchillo y David un palo.

Unos días más tarde, el 16 de mayo, la Policía realizó una entrada y registro en la casa de Ismael, que arrojó por la ventana una bolsa con 123 pastillas de color verde de MDMA, un plástico verde conteniendo una sustancia en polvo cristalino que pesada y analizada resultó ser 1'45 gramos de MDMA con una pureza del 86'63% y cuatro comprimidos de voltaren, así como una báscula de precisión, estando las pastillas y el polvo destinados en parte a la venta por el acusado. El valor de las pastillas y sustancia intervenida era de 1.263'47 euros.

La Audiencia condenó a cuatro años y cuatro meses de cárcel a cada uno de los acusados por un delito de robo con violencia e intimidación y a un año y siete meses a Ismael F. R. por tráfico de drogas.

Ante esta sentencia, las defensas presentaros recursos de apelación ante el TSJA. Mientras que David R. aducía que no era un robo, sino de realización arbitraria del propio derecho por creer que recuperaban un perro que les había sido quitado anteriormente, Ismael F. R. añadía a ese motivo vulneración de la presunción de inocencia y que la droga era para autoconsumo.

Frente al argumento de los acusados de que el perro del que se apoderaron era uno de los que previamente le habían sido sustraídos, el TSJA advierte que las defensas "no han conseguido demostrar" con ninguna prueba o con indicios "que el perro que los acusados sustrajeron violentamente al matrimonio denunciante fuera uno de los que habían sido objeto de la aludida sustracción anterior". Es más, el alto tribunal andaluz se sorprende de que las defensas "no hayan intentado otra vía de exclusión del delito de robo". 

Tampoco considera el TSJA que la droga intervenida a Ismael fuera para autoconsumo y no sólo porque "no consta que el acusado sea consumidor habitual" de MDMA, sino porque la cantidad incautada "supondría, en pastillas, una provisión para más de veinte días de consumo individual o, en peso de sustancia pura, para unos dieciocho, en ambos casos muy por encima de los cinco días que establece la jurisprudencia como límite".