Vox da un paso más en la investigación abierta por el incidente en el que se vio envuelto el delegado de Gobernación y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera, durante un almuerzo familiar en el restauran Princi.pico de los Remedios. La formación política ha presentado una querella en la que solicita ejercer la acusación popular contra el concejal, al que atribuye delitos de coacciones con el tipo agravado de abuso de autoridad, delito de odio, xenofobia, injurias, desorden público y prevaricación administrativa dolosa. Vox pide a la juez que imponga como medida cautelar una fianza de 6.000 euros a Cabrera y aporta una declaración en vídeo del camarero que lo atendió y que, según Vox, confirma todos los aspectos denunciados.
En la querella, a la que ha tenido acceso este periódico, Vox asegura que el incidente se inició en relación con la mesa para diez comensales que había solicitado el concejal y que, según el encargado del restaurante, debían de repartirse en dos mesas para cumplir la normativa relacionada con la pandemia del coronavirus.
La querella recoge que la conversación "se tornó bronca y desagradable, delante de los demás comensales que estaban almorzando en otras mesas, con más de 30 o 40 personas, incluidos niños por ser el día de Reyes (6 de enero) que presenciaron los hechos y que acabaron escandalizados, de tal modo que tanto el Sr. Cabrera como los asistentes que le acompañaban iniciaron una acalorada discusión ante la negativa del establecimiento de acceder a la petición del Sr. Cabrera, ante lo cual, el denunciado llegó a insultar y a injuriar al encargado de dicho establecimiento", que es de origen argentino al dirigirse a él como “sudaca de mierda”. Asimismo, en vista del "tono elevado y agresivo de la trifulca el propio Cabrera llegó a espetar a uno de los empleados: Tú no sabes quién soy yo”, recoge la querella.
Sin embargo, el encargado del restaurante, Roberto Murados, que está citado a declarar en el juzgado el próximo lunes, aseguró tres días después del altercado que Cabrera no profirió ningún insulto, ni mucho menos de carácter racista, en relación con la petición de una mesa por parte del concejal socialista.
Vox asegura en la querella que las numerosas pruebas hasta ahora practicadas confirman que "no existía altercado alguno que aconsejara una actuación de la Policía Local. De hecho, la Policía Nacional confirmó que no existía causa para actuar, pero a pesar de ello, la Policía Local desplegó un número de agentes del todo desproporcionado durante más de cuatro horas. Y se ha confirmado que el despliegue se produjo a raíz de una llamada del señor Delegado al jefe de la Policía Local. Algo que el propio jefe de la Policía confirmó, a pesar de que en un principio fue negado por escrito por el Delegado ante el juzgado".
También se ha confirmado, prosigue el partido, que el operativo de la Policía Local se activó antes de que se recepcionara la llamada al 112 que, supuestamente, originó el operativo. "Es una confirmación más de que el origen del dispositivo desplegado es la orden que el delegado emitió directamente al jefe de la Policía Local. A pesar de que él mismo se encarga de negarlo, en un incoherente ejercicio de subordinación al Delegado, sin duda incompatible con su deber deontológico como agente de Policía Local", asegura.
Además, Vox ha tenido acceso a un vídeo en el que el camarero del restaurante que atendió al Delegado de Gobernación "confirma todos y cada uno de los hechos objeto de denuncia en su día". En dicho vídeo se cuenta, "con pelos y señales, el comportamiento del delegado en el restaurante, los insultos que profirió y la prepotencia con la que actuaba", precisa.
Vox pretende, entre otras cuestiones, que se cite a declarar como investigado, "de una vez por todas, al señor Cabrera, que incomprensiblemente aún no se le ha citado; e interesa también la declaración de diversos testigos".
Entre los delitos que atribuye a Cabrera, la formación destaca las coacciones y el desorden público, tras haber afirmado supuestamente “Tú no sabes con quién estás hablando” o “Tú no sabes quién soy”, expresión que "a todas luces deja claro su ostentación del cargo que representa y obligando por tal circunstancia a que los empleados y del encargado del establecimiento infringieran las normas establecidas con el único fin de satisfacer los deseos del denunciado para que todos sus asistentes se reunieran en una única mesa".
Además, con estas expresiones, continúa la querella, Cabrera propició "un ambiente de temor y que alteró la paz pública no sólo de los empleados y encargado del establecimiento, sino además del resto de comensales que estaban almorzando en el local a esa hora, ese día, en otras mesas. Así pues, se cumple el tipo agravado al hacer uso de su cargo de Autoridad que le amparó el hecho de “hacer una llamada” y que en el lugar de los hechos se personaran más de 7 agentes de la Policía Local junto con 2 inspectores, un día de Reyes, con el único fin de demostrar su superioridad moral al resto de ciudadanos y en particular, a los empleados del establecimiento, con la intención de imponer una situación de miedo e incertidumbre amparados en la Autoridad que ejercía", concluye la querella.
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