Absuelven al chófer y sindicalista de Tussam que fue acusado de blanquear dinero del narcotráfico
La Audiencia de Cádiz establece que no hay pruebas contra Joaquín Martínez, que ahora reivindica su inocencia y denuncia el "daño irreparable" a su "honor y trayectoria"
La Guardia Civil apuntó al entonces secretario general de la sección de CSIF en la empresa, pero los pinchazos telefónicos en que basó su acusación no fueron aportados como prueba en el juicio
Cesado el secretario de CSIF en Tussam tras ser detenido en la operación contra el blanqueo de dinero del narcotráfico
La Audiencia de Cádiz ha impuesto penas de entre dos y tres años y cárcel a tres hombres, entre ellos un policía local de La Línea de la Concepción y un empresario inmobiliario, por blanquear grandes cantidades de dinero procedentes de “actividades delictivas”, así sin más después de que la acusación inicial atribuyese el origen del capital al narcotráfico. Había un cuarto encausado, Joaquín Martínez, un conductor de Tussam que también fue secretario general de la sección de CSIF en la empresa municipal. Expulsado por culpa de esta investigación, resulta que ahora ha sido absuelto. Según el tribunal que lo ha juzgado en Algeciras, “no ha quedado acreditada” su participación en los hechos.
La acusación contra Martínez se centraba en “dos operativas de blanqueo”. Una, “la integración en el circuito legal de 133.802,06 euros a través de cuatro transferencias”. Y otra, “la transformación de 123.368,175 euros de procedencia ilícita a través de transferencias entre mercantiles”.
Según la Fiscalía y el ya extinto grupo OCON-Sur de la Guardia Civil, las transferencias de la primera operación fueron ordenadas por Martínez y un quinto encausado que está en paradero desconocido “bajo el paraguas” de una empresa. Pero “la documentación no contiene rastro alguno que así lo indique”, explica la sentencia. En el oficio policial se indica expresamente que no se evidencia vinculación alguna de Martínez con ninguna mercantil”, agrega.
El tribunal destaca que la supuesta “implicación” de Martínez “parece derivar de su estrecha relación” con el acusado que está en rebeldía y de “las conversaciones telefónicas” que les grabaron. Pero he ahí una de las claves del caso: esas escuchas no llegaron a ser analizadas en el juicio porque nadie las pidió como prueba. “Ni se ha solicitado su audición ni se han solicitado como prueba documental, lo que impide tenerlas en cuenta ni valorarlas”, dice la Sala.
La Audiencia también cuenta que la Guardia Civil confirmó la asistencia de Martínez a varias reuniones con el resto de acusados en Jerez. Y no como “chófer” del que está huido, que es lo que alegó el ex de Tussam. “Dado que todos ellos se sientan en la misma mesa para hablar [...], parece decaer la justificación que ofrece sobre su mero papel de chófer de Pedro R.B. La reunión se desarrolla en un plano de igualdad [...] que parece excluir ese tipo de función secundaria”, rebate la sentencia.
El seguimiento de esas reuniones se completó con la grabación de “conversaciones telefónicas que –repiten los magistrados– no pueden ser analizadas y cuyo contenido concreto no ha sido desarrollado en la declaración de los guardias civiles”. “Con los datos obrantes, las reuniones en sí se muestran totalmente insuficientes para entender probada la participación en estos hechos de Joaquín Martínez”, sentencian.
En cuanto a la segunda operativa, los investigadores también espiaron “varios contactos personales” entre los acusados y los oyeron “hablar de dinero [...], productos financieros y transacciones bancarias”. Estas charlas “tampoco se muestran suficientes para entender acreditada la participación” de Martínez “en esa operación concreta”, repite la Audiencia. “No se puede llegar a saber el contenido real de esos encuentros. Pueden referirse a ese negocio delictivo, pero también a cualquier otro”, matiza. Y además su nombre “no aparece“ en ningún documento. “Con el material probatorio de que disponemos, no puede llegar a saberse si realmente participó en la operación de blanqueo y, en caso positivo, cuál fue su papel”, reitera.
El tribunal acaba con el recordatorio de que el jefe de la investigación “hizo descansar en [...] las escuchas telefónicas los más importantes elementos sobre la participación” de Martínez. Pero claro, ahí surge otra vez el mismo muro:las grabaciones no existieron en el juicio. Y el resto de la prueba, la que “ha podido ser valorada”, es “insuficiente para fundar una sentencia condenatoria”, finaliza la Audiencia.
Martínez pide una "disculpa pública"
Joaquín Martínez ha acogido con satisfacción el fallo de la Sección Séptima de la Audiencia de Cádiz tras ser acusado “premeditada y falsamente de pertenecer a una organización delictiva que se dedicaba al blanqueo de capitales para el narcotráfico”, pero también ha lamentado el “daño irreparable” que han sufrido su “imagen, honor y trayectoria personal y profesional”.
El afectado critica en primer lugar que fuese expulsado como afiliado de CSIF “sin haber una sentencia judicial firme al respecto”. “Fue una decisión precipitada y arbitraria que vulneró mi derecho constitucional a la presunción de inocencia”, denuncia.
Martínez tampoco olvida que pasó cinco meses en prisión preventiva. “Afronté un desgaste físico y psicológico enorme mientras mi nombre era expuesto públicamente de forma injusta y sensacionalista”, critica.
La situación ahora es otra. “Queda plenamente acreditado que nunca tuve relación alguna con los hechos que se me imputaban. Sin embargo, no he recibido ninguna rectificación ni disculpa pública por parte del sindicato”, reclama.
Martínez también envía su “más profundo y sincero agradecimiento” al sindicato mayoritario en Tussam, la Agrupación Sindical de Conductores (ASC), “por su apoyo incondicional”. “En los momentos más difíciles, su respaldo fue un pilar fundamental. Nunca dejaron de creer en mi inocencia”, recuerda.
“La justicia ha hablado. Es hora de que también lo hagan quienes contribuyeron, con sus actos u omisiones, a difamar mi nombre”, concluye.
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