Condenan a un joven por traficar con cuatro gramos de éxtasis en la Calle del Infierno en la Feria de 2024 y herir a un policía
Un vecino de Dos Hermanas acepta un año y medio de prisión por un delito contra la salud pública y seis meses por lastimar a uno de los agentes que iban a detenerlo
La Policía incrementará este año sus agentes de paisano en la Feria

Decir que la Feria de Abril tiene muchos peligros y que allí se vende y se consume droga no es precisamente descubrir América. Otra cosa es que rara trasciende alguna operación policial contra el tráfico de sustancias estupefacientes en el real de Los Remedios, algo lógico porque los cárteles de la marihuana o la cocaína tampoco van a llevar sus fardos al real como si aquello fuese el Estrecho de Gibraltar o el río Guadalquivir. Pero haber narcotráfico entre casetas, haylo. Y entre cacharritos también. Allí, en la Calle del Infierno, un joven de Dos Hermanas fue sorprendido el año pasado con una pequeña cantidad de éxtasis y después se resistió a ser detenido, hechos ambos que le han valido una condena de dos años de cárcel y el pago de una indemnización a un agente al que hirió levemente.
El suceso ha sido enjuiciado por la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla, cuya sentencia además es firme tras la negociación y el acuerdo prejudicial entre la Fiscalía, el abogado del policía y la defensa del traficante. El día del juicio, las acusaciones rebajaron sus peticiones iniciales y el acusado, que reconoció todo lo ocurrido, se mostró conforme con las penas que solicitaban para él.
El tribunal considera probado “por conformidad de las partes” que el encausado, de 20 años y sin antecedentes penales hasta ahora, se encontraba en la madrugada del 15 de abril de 2024 “en las proximidades de los aseos públicos de la Calle del Infierno, del recinto ferial de la Feria de Abril de Sevilla”. Con él llevaba una “bolsita” que contenía 4,05 gramos de MDMA “con una pureza base del 78,25%”. Esta droga es considerada en España una “sustancia que causa grave daño a la salud”. Según la sentencia, el destino era la “venta a terceras personas”. Su valor ascendía a 197 euros.
“Sorprendido por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía”, prosigue el tribunal, el traficante “inició un forcejeo con uno de los agentes”. En el transcurso de la refriega, el policía recibió un golpe en el brazo y después ambos se cayeron contra un lavabo. “El funcionario sufrió varias lesiones de las que tardó en curar siete días de perjuicio personal básico, sin secuelas”, apostilla la sentencia.
Los magistrados de la Sección Primera también reflejan que la Fiscalía “modificó sus conclusiones provisionales en el acto del juicio oral” y calificó los hechos como un delito contra la salud pública del artículo 368 del Código Penal, que prevé de tres a seis años de cárcel para quienes trafiquen con “drogas tóxicas”, pero con aplicación del segundo párrafo, que matiza que los tribunales pueden imponer una pena “inferior en grado” en función de “la escasa entidad del hecho y las circunstancias personales del culpable”. Y en este caso concurrían ambos requisitos: la cantidad de MDMA era pequeña y el detenido no tenía antecedentes. Además del delito de narcotráfico, el Ministerio Público también encuadró el incidente con el policía en un delito de atentado a la autoridad y un delito leve de lesiones.
En cuanto a la individualización de las penas, y previo acuerdo con la defensa del encausado, la acusación pública pidió un año, seis meses y un día de prisión y una multa de 150 euros por el delito de tráfico de drogas; seis meses por el delito de atentado; y otra multa de 180 euros por las lesiones. El último fleco era la indemnización, pero el fiscal se atuvo a lo que la defensa acordase con la acusación particular ejercida por el policía, que se concretó en 350 euros.
Acto seguido, esa misma acusación particular se adhirió al escrito de la Fiscalía. La defensa del acusado, a la vista de la conformidad de su cliente con los hechos y las penas solicitadas, hizo lo mismo y no consideró necesaria la continuación del juicio. Antes, el tribunal procedió a interrogar al acusado para que confirmase que estaba de acuerdo con todo. Como dio el visto bueno y manifestó su intención de no recurrir, la Sección Primera anticipó el fallo de la sentencia en la misma sala y finalmente declaró la firmeza de la sentencia.
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