El crimen de Coria llega a juicio: piden 31 años de cárcel para el Tarta por un asesinato vinculado a un vuelco de droga
El narcotraficante de Coria se sienta en el banquillo junto a su hijo, su hermano y un amigo por la muerte violenta de un joven al que acusaba de haberle robado droga varios años antes
David Gómez desapareció el 21 de junio de 2022 y su cadáver fue hallado en el fondo de un pozo en Pilas tres meses más tarde
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El crimen de Coria fue una venganza cocinada durante diez años por un robo de droga
Uno de los sucesos más truculentos ocurridos en Sevilla en los últimos años será juzgado en los próximos días por un jurado popular en la Audiencia Provincial. Se trata del asesinato de un joven de Coria del Río que desapareció el 21 de junio de 2022 y cuyo cadáver apareció tres meses después, oculto en el fondo de un pozo en medio de un olivar en Pilas. Los acusados son cuatro hombres, tres de ellos miembros de un clan de narcotraficantes Coria del Río que se llama como su líder: el Tarta. Este es precisamente uno de los hombres que se sentará en el banquillo. Los otros son uno de sus hijos, uno de sus hermanos y un amigo. La Fiscalía pide 31 años de cárcel para tres de los encausados y 10 años para el cuarto. El origen del caso es un vuelco de droga sucedido diez años antes: el Tarta culpaba a la víctima de haberle robado una importante carga de hachís en 2012 y se vengó de esa cruel manera.
En su escrito de acusación, la Fiscalía considera a José S.C. alias el Tarta, su hijo José S.G. y Matheus R.S. coautores de los hechos y reclama que cada uno sea condenado a veinticinco años por un delito de asesinato, cinco años por un delito de robo con violencia y un año y medio por un delito de tenencia ilícita de armas. Para el cuarto acusado, Francisco S.C., pide diez años como cómplice de asesinato y un año y nueve meses como cómplice del robo con violencia.
El Ministerio Público, además, solicita que los tres principales acusados indemnicen conjunta y solidariamente a la familia de la víctima con un total de 488.586,18 euros. El cuarto acusado, el único que está en libertad provisional, debería responder solidariamente con hasta un máximo del 10% de esa cantidad.
La Fiscalía relata en su escrito de acusación que José S.C. “mantenía rencillas" con el fallecido "por asuntos relativos al tráfico de drogas”, de forma que “empezó a trazar un plan con el fin de quitarle la vida”. La idea “consistía en llevar” a la víctima hasta una parcela rústica “bajo el pretexto de darle participación en la venta de varios kilos de cocaína que se encontrarían allí", matarlo "disparándole por sorpresa con arma de fuego" y deshacerse del cadáver "ocultándolo dentro de un pozo situado en otra finca rústica de las inmediaciones”.
Todo eso sucedió en la mañana del 21 de junio de 2022. Francisco S.C. se desplazó desde su domicilio en Coria hasta una finca ubicada en Pilas que era propiedad del cuñado de José S.C. y allí estuvo entre las 7.05 y las 7.27 horas. Después regresó a su pueblo y sobre las 8.05 horas “inició un intercambio de llamadas telefónicas” con el resto de investigados “con el fin de confirmar entre ellos la señal de que el plan se ponía definitivamente en marcha”.
Sobre las 9 de la mañana, José S.C. se dirigió a la víctima cuando se disponía a desayunar en una peña de Coria y "como señuelo" le propuso marcharse con él y "ser intermediario en la venta de varios kilos de cocaína que su hijo supuestamente poseía y quedarse con un porcentaje de los beneficios”. El otro hombre, David Gómez, accedió y se montó con el Tarta en un vehículo con el que se trasladaron hasta la finca de Pilas.
Allí lo esperaban José S.G. y Matheus R.S. "con al menos una escopeta". "Aprovechando las circunstancias de soledad del emplazamiento, de manera sorpresiva e inesperada y con objeto de acabar con su vida le dispararon de frente y de costado, a corta distancia", asegura la Fiscalía. La víctima, “persona de gran corpulencia y forma física", ni siquiera "pudo ejercer defensa eficaz alguna frente al ataque mortal del que fue objeto". Tres disparos lo alcanzaron en el tórax y el abdomen y "le causaron la muerte casi instantáneamente al provocar graves lesiones en el corazón y afectar a ambos pulmones”. “Todos ellos llevaron a cabo su acción y actuaron con el común ánimo o intención, o conociendo y asumiendo las altas probabilidades que existían de acabar con la vida” del fallecido, prosigue el Ministerio Público.
A continuación, “para deshacerse del cadáver y evitar que fuera descubierto", lo llevaron en el vehículo "hasta un pozo sito en un olivar a unos 350 metros de la citada finca y que no se encontraba en uso". Después "lo introdujeron" allí "junto con cuatro ladrillos a modo de lastre". El cuerpo estaba "dentro de una bolsa de grandes dimensiones que amarraron por ambos extremos con bridas". "Lo tiraron al pozo y taparon su brocal con losas y ladrillos a fin de eliminar cualquier vestigio biológico que pudiera asociarlos a lo acontecido”, describe el escrito de acusación.
Antes de dejar el cadáver, los acusados "despojaron a la víctima de un anillo de oro que portaba en su mano, tasado en 249 euros“ y se llevaron su móvil “para de ese modo aparentar que seguía desenvolviendo su vida con normalidad". De hecho, "se fueron desplazando" con el teléfono en funcionamiento "para que delatara su distinto posicionamiento geográfico a partir de ese momento”.
Sobre las 10.49 horas, los acusados se dirigieron a Coria. Por el camino vendieron el anillo de oro de la víctima en un establecimiento de compraventa (consiguieron 170 euros "que se repartieron"). Y a continuación circularon por varias localidades con el móvil de la víctima siempre abierto, para que pareciera que seguía vivo y se estaba moviendo por esos pueblos. Al final lo abandonaron a las 19.02 horas en algún lugar de Bollullos de la Mitación, donde dejó de tener señal a las 23.22 horas.
Varios días después de la desaparición, el coche de la víctima fue hallado calcinado en el barrio de Torreblanca. Tres meses después, el 29 de septiembre de 2022, la Policía localizó el cadáver. Cuando fueron a su casa de campo a detener al Tarta, este los recibió a tiros y un familiar suyo falleció de un infarto durante la refriega con las autoridades. En aquellos primeros momentos también fue arrestada una hija suya que se había marchado a Extremadura a ocultarse como jornalera. Pero las detenciones no se redujeron a Coria y Badajoz. El hijo del Tarta y Matheus R.S. habían huido primero a Alemania y después a Países Bajos y en este último país fueron localizados a mediados de noviembre. Cuando informó de esta operación, llamada Thazard, la Policía reconoció que había sido la más compleja desde el triple asesinato ejecutado por el clan del Pollino en Dos Hermanas.
La instrucción judicial también ha tardado lo suyo pero el caso por fin está en la Audiencia de Sevilla. Según ha informado la oficina de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el juicio comenzará el próximo lunes con la constitución del jurado popular y la presentación de las alegaciones previas por las partes personadas. Los días 10, 11 y 12 de junio comparecerán los testigos, el 13 los harán los peritos y el lunes 16 declararán los cuatro acusados.
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