Juicio reyerta de Écija

Las defensas aseguran que las víctimas asaltaron la finca familiar de los acusados

  • La fiscalía cree que los acusados planearon una "emboscada traicionera" contra el clan rival en la venta ilícita de tabaco en la comarca

Los cuatro acusados, uno de ellos de asesinato, de varios delitos durante una reyerta en Écija

Los cuatro acusados, uno de ellos de asesinato, de varios delitos durante una reyerta en Écija / José Ángel Moreno

Asalto o emboscada. La defensa y el fiscal tienen diferentes teorías sobre la reyerta que ocurrió en una finca de la zona de Cuesta Blanca en Écija en octubre de 2018 y que se saldó con la muerte de Manuel R. Esta será una de las cuestiones sobre las que se tenga que pronunciar el jurado tras el juicio que ha comenzado hoy jueves en la Audiencia Provincial. Cuatro miembros de una misma familia -abuelo, hijo y dos nietos - se sientan en el banquillos de los acusados por delitos de lesiones, tenencia ilícita de arma, tentativa de asesinato y asesinato.

Según la Fiscalía, en el fondo está una disputa sobre la venta ilicita de tabaco en la comarca de Écija y una pelea originada el mismo día de los hechos en Córdoba entre los dos clanes protagonistas: los Rasca y los Caseros. El 22 de octubre de 2018 se produjo una reyerta donde murió Manuel R y resultaron heridas seis personas. Defensa y fiscalía tienen diferentes versiones de cómo y por qué se produjo la pelea. Según el ministerio público, tras una discusión producida en Córdoba ese mismo día sobre la venta ilícita de tabaco en la comarca, los acusados citaron a miembros del clan de los Rasca en su finca, una vez allí "con todos colocados perfectamente y sabiendo lo que tenian que hacer,los Caseros preparaton una emboscada traicionera".

Totalmente opuesta es la tesis del abogado de los dos nietos. Francisco Baena Bocanegra mantiene que fueron los Rasca quienes entraron a la fuerza en la finca "domicilio habitual de los acusados", "armados hasta los dientes".

El fiscal, que pidió a los miembros del jurado que no se dejen guiar por "el físico de los acusados o la puesta en escena durante el juicio", expuso ante el tribunal que el abuelo y el padre sujetaron a la víctima mientras que gritaba  "mátalo" a su hijo, que le apuñalaba repetidas veces en la espalda".

Sin embargo, durante su turno, la defensa explicó que el abuelo, de casi 70 años, iba con muletas entonces (ahora en silla de ruedas) y que el padre tiene una enfermedad coronaria que le obliga a llevar un marcapasos.

Las defensas piden la absolución

Las defensas piden la absolución de los cuatro acusados puesto que entienden, que fueron víctimas de un asalto a su casa "y se defendieron como pudieron, echando mano de lo primero que encontraron".  Según Baena Bocanegra, "el terrible suceso de la muerte de una persona" es fruto de la reacción de dos hijos cuando ven que "una panda de violentos" está dando una paliza a su padre y a su abuelo.

Sobre el delito de tenencia ilícita de arma, explica Baena Bocanegra que era una escopeta arreglada por uno de los jóvenes "que tenía allí porque en esa zona son frecuentes los robos en las fincas" y que tiene munición de postas de calibre 7, "que desgraciadamente alcanzaron al fallecido". Respecto al delito de amenaza del que se acusa al otro hermano, el abogado explicó que al sentirse amenazado, el joven cogió una detonadora "para asustar a los asaltantes".

Por otro lado, el abogado del abuelo y el padre replica a la tesis de la emboscada del fiscal señalando que fue "una agresión en todo momento" por parte de un grupo de 11 o 20 personas "que llevaban palos y armas".  Afirma, además, que sus defendidos fueron apaleados y "de no haberse defendido, estaríamos aquí para juzgar la muerte de ambos".

La Fiscalía reclama para J.R.M., 18 años de cárcel y la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros o comunicarse durante 20 años con las seis personas que resultaron lesionadas por un delito de asesinato; un total de 14 años y medio de prisión por cinco delitos de lesiones, y un año de cárcel por un delito de tenencia ilícita de armas. Igualmente, pide que indemnice con un total de 21.312,61 euros a las seis personas agredidas por las lesiones, perjuicios y secuelas sufridas, así como que indemnice a la familia del fallecido con las cantidades que se determinen en ejecución de sentencia.

Asimismo, solicita para otros dos investigados, Manuel .R.M. y José Manuel.R.P., abuelo  y padre, 14 años de prisión y la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros o comunicarse durante 15 años con uno de los lesionados por un delito de asesinato en grado de tentativa, mientras que para el cuarto de los encausados, identificado como Jose Manuel R.M., nieto del anterior, pide un año de cárcel por un delito de tenencia ilícita de armas; el pago de una multa de 600 euros por un delito de lesiones, y dos años de prisión y la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros o comunicarse durante cuatro años con los lesionados por un delito de amenazas. Además, solicita que estos tres encausados indemnicen solidariamente con 2.979 euros a la víctima de la tentativa de asesinato por las lesiones y los perjuicios sufridos.

El abuelo, que ha sido dispensado por el tribunal de asistir a todas las sesiones del juicio por razones de salud y movilidad, y uno de sus nietos, está en libertad. El padre y el otro de los nietos están en prisión provisional.

Evangelio y San Juan XXIII

Tanto el fiscal como Francisco Baena Bocanegra han recurrido a citas "santificadas" a la hora de dirigirse a los miembros del jurado. Mientras que el fiscal les ha recomendado que recuerden el evangelio de San Mateo con "por sus obras los conceréis" en referencia a que atiendan a los hechos que se expongan durante las sesiones del juicio, Baena Bocanegra ha traído una cita del Papa Juan XXIII pronunciada tras una audiencia con magistrados europeos. "Tienen la suerte de imitar a Dios juzgando a sus semejantes. Sean prudentes y generosos", ha afirmado dirigiéndose a los jurados.

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