Dos Hermanas

La doble asesina tenía altibajos pero no era drogodependiente, según su ex esposo

  • La juez recaba el historial de las denuncias intercambiadas con las víctimas

Un furgón funerario sale de la finca donde ocurrieron los crímenes

Un furgón funerario sale de la finca donde ocurrieron los crímenes

La doble asesina de sus vecinos en Dos Hermanas tenía altibajos en su estado de ánimo y personalidad pero no padecía drogodependencia, como mantiene ella misma, según ha declarado su ex esposo ante la juez que investiga los crímenes ocurridos el 24 de julio.

José Manuel M.C. confirmó este martes ante la juez número 4 de Dos Hermanas que el día de los crímenes su ex esposa Joyce Greyce G.S. le llamó por teléfono para pedirle que se ocupase de sus dos hijos de 12 y 14 años “si ocurría algo importante”, pero en aquel momento no le dio mayor importancia ni sospechó lo que iba a suceder unas horas después.

Nada más matar a sus vecinos Manuel y Cristina, a los que primero atropelló con su coche, luego golpeó con una piedra y finalmente apuñaló, Joyce volvió a llamar a su ex pareja y le explicó que “había matado a dos personas”. Le dijo donde estaban los niños y le pidió que pasase a recogerlos. Luego se duchó, guardó la ropa ensangrentada y esperó a la Policía.

Tras matar a sus vecinos hacia las 14 horas del 24 de julio, Joyce  llamó también a su hija mayor de edad, le contó lo sucedido y le pidió que se ocupase de sus hermanos menores, según confirmó esta joven en su declaración. Explicó lo mismo por teléfono a su hija de 14 años, que estaba en casa de una amiga. 

Fuentes del caso relatan a este periódico la difícil situación en que se encuentra ahora la tutela de estos dos menores, pues el ex esposo de Joyce -se separaron hace unos cuatro años- es camionero y está a menudo fuera de Sevilla, mientras que su hija mayor -independizada hace menos de un año- vive en un piso compartido. La juez tomará declaración el 7 de septiembre a los dos hijos menores de Joyce.

Tanto su ex esposo como su hija confirmaron a la juez que los conflictos con sus vecinos por el refugio de gatos que regentaban preocupaban a Joyce, acrecentado en los últimos tiempos la amenaza de Manuel y Cristina de que la iban a denunciar ante los Servicios Sociales por tener desatendidos a sus hijos menores.

Con objeto de valorar esos conflictos previos la juez ha solicitado a la Policía un informe sobre todas las denuncias intercambiadas. 

En su declaración, Joyce alegó que el día de los crímenes había consumido hachís desde primera hora de la mañana y que había dejado de tomar su medicación contra la depresión, pero su ex esposo  afirmó que durante los diez años que duró su matrimonio no le consta que fuera una gran consumidora de drogas.

La juez ha tomado declaración también al dueño de la parcela Vistazul de Dos Hermanas donde vivían las dos familias, en el caso de Joyce desde que se divorció, y a otra vecina de una finca colindante que oyó los gritos.

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