Posible homicidio imprudente

Una familia de Écija atribuye la muerte de su hija de tres años a "desaciertos médicos" y se querella contra el hospital

La denuncia de los padres de la niña fallecida en Écija

Una familia de Écija ha presentado este viernes una querella por un posible delito de homicidio por imprudencia contra el hospital donde fue operada de las amígdalas su hija de tres años, que falleció unos días después a pesar de que los padres la llevaron hasta tres veces a Urgencias porque su salud empeoró radicalmente después de la intervención. De acuerdo con el informe pericial encargado por el abogado de la familia, de 80 páginas, los "desaciertos" supuestamente cometidos por los profesionales del hospital "produjeron un retraso muy considerable en el diagnóstico que abocaron a la muerte a la pequeña".

El suceso ocurrió en el Hospital de Alta Resolución de la localidad astigitana, donde la víctima se sometió el 19 de septiembre de 2022 a una amigdalectomía con adenoidectomia, con anestesia general, con el fin de eliminar una hipertrofia de amígdala y adenoide que sufría y que le provocaba dificultad respiratoria nasal y ronquidos nocturnos.

El abogado Fernando Osuna, que representa a la familia, ya explicó en su día que, aunque la intervención quirúrgica finalizó a las 10.32 horas, la menor y sus padres no salieron del centro sanitario hasta las seis de la tarde. Según el letrado, la menor fue intervenida sin que se le realizara una previa analítica de sangre y fue dada de alta sin la correspondiente revisión por parte del responsable de la cirugía y sin que introdujera los datos de la medicación para el postoperatorio en la tarjeta sanitaria de la menor.

Un día después de la intervención, el 20 de septiembre a las 6.21 de la mañana, los padres acudieron a Urgencias porque su hija no se encontraba en buen estado y no podía tomar los antibióticos por vía oral. Les recetaron entonces supositorios paracetamol de 150 miligramos cada 6 u 8 horas y la niña recibió el alta veinte minutos después del ingreso.

El 23 de septiembre, poco antes de las cuatro de la tarde, los progenitores volvieron a llevar a la menor al hospital porque "no hablaba, tenía fiebre, palidez y no tragaba", según precisó Osuna. Le dieron el alta domiciliaria a las 16.45 horas.

Según el informe de los peritos contratados por la familia, no se le realizó un análisis de sangre y no estuvo en observación, sino que "en breves minutos llegó y salió del hospital a su casa". De acuerdo con estos especialistas, debió haber sido derivada al otorrino.

La madrugada del 24 de septiembre, por tercera vez, los padres regresaron a Urgencias. Entraron a las 5.15 horas de la mañana y la menor lo hizo inconsciente y con parada cardiorrespiratoria tras haber sufrido una grave hemorragia en su domicilio. Según el letrado, atendieron a la niña y en el parte se recoge lo siguiente: "Paciente en malas condiciones generales, pálida/ictérica sin cambios marmóreos, sin pulso, sin frecuencia, pupilas arreactivas y midriáticas. Glasgow 3/3 tos, con sangrando abundante en vías aéreas superiores y esófago". Fue diagnosticada de shock postoperatorio hipovolémico.

A pesar de la gravedad de la situación, la menor no fue trasladada al hospital Virgen del Rocío hasta tres horas después, en concreto a las 8.14 de la mañana, en una ambulancia medicalizada. La niña falleció el 2 de octubre.

La familia también denuncia que ningún responsable del hospital de Écija ha llamado para darles el pésame o explicaciones sobre lo sucedido, de modo que los padres todavía "no alcanzan a comprender cómo se produjo ese fatal desenlace".

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