Después de dos suspensiones y seis sesiones de juicio el crimen de Cayetano Romero, el joven que apareció muerto en un paraje conocido como Las Marías Chicas en Dos Hermanas con indicios de haber recibido una brutal paliza el 8 de marzo de 2019 ha quedado visto para sentencia. La sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla tendrá que decidir la participación de siete de los nueve acusados por su muerte puesto que dos de ellos, Raúl G.D. y María José J.S. han sido absueltos tras haber retirado las acusaciones los cargos contra ellos. 

Durante la última sesión de la vista oral, la fiscal, que ha calificado todo lo ocurrido como fruto de un "pacto criminal", ha modificado la calificación de los hechos al solicitar solo un delito de extorsión por el que pide 11 meses y 20 días, o subsidiariamente, uno de coacción, por el que solicita dos años de cárcel. 

Para los dos principales acusados, Israel y Juan Manuel G. F. pide cinco años y 9 meses por lesiones con resultado de homicidio imprudente. Al igual que para el resto de los acusados solicita 5 años por cada una de las dos detenciones ilegales sobre Cayetano Romero y Jonatan A. El Ministerio Público también ha modificado la indemnización solicitada para los familiares de la víctima estableciéndola en 175.000 euros para el hijo, 50.000 para la madre, 15.000 para una hermana y 10.000 para otra. 

Por su parte, la acusación particular ha solicitado seis años de cárcel para Israel y Juan Manuel G. F. por un delito de homicidio imprudente en concurso medial con otro de lesiones; y, junto al resto de los acusados, cinco años por un delito de extorsión y seis por otro de detención ilegal. La suma total de las indemnizaciónes solicitadas por la acusación particular, ejercida por José Ignacio Bidón y Vigil de Quiñones en representación de la familia de Cayetano Romero, asciende a 485.000 euros en total. 

Ante esta situación, varias de las defensas han advertido de la "indefensión" que este cambio de la Fiscalía ha causado en sus representados puesto que "no habían sido acusados previamente por extorsión". Por su parte, los letrados de Israel y Juan Manuel G. F., Manuel Manzaneque y Alberto Castejón respectivamente, insistieron en la posibilidad de que Cayetano Romero muriera como consecuencia de una segunda paliza dada por otras de las personas con las que la víctima "tenía deudas". Manuel Manzaneque recordó que la persona que encontró el cuerpo aseguró que el sábado anterior (el día que ocurrieron los hechos) el cadáver no estaba allí "cuando fue a buscar espárragos".Por su parte, Castejón aseguró que el informe forense "se ajustó al atestado policial cuando fue realizado por segunda vez a petición del juez instructor". Ambos solicitan la libre absolución de los dos principales acusados. El resto de las defensas solicitaron también la liberta de sus representados.

Una "brutal paliza"

A la espera de que la sentencia arroje luz sobre cómo ocurrieron los hechos, lo cierto es que el cadáver de Cayetano Romero apareció el 8 de marzo de 2019 cerca del domicilio de su familia en un paraje conocido como Las Marías Chicas en Dos Hermanas, con evidentes signos de haber recibido una paliza. 

Según los escritos de acusación, todo comenzó cuando el 1 de marzo de 2019, Cayetano Romero y Jonatan A. presuntamente "iban a participar como intermediarios en una operación de venta de droga". Cuando llegaron al lugar, según explicó Jonatan A. durante su declaración ante el tribunal, Cayetano Romero se reunió con una persona mientras la otra víctima y dos de los acusados esperaban en un bar cercano.

Cuando regresaba de la operación, Cayetano informó que le habían robado la droga y se fueron los cuatro a una finca en Mairena del Aljarafe, donde hubo un altercado. Según las acusaciones, Israel G. F, llamó a su hermano y a dos sobrinos , también acusados. Los cuatro fueron con Jonatan A. y el con ellos a las Tres Mil Viviendas.

Allí, en casa de Juan Antonio G. J. llegaron Juan Jesús L. T. y José Antonio L. T. y se produjo una fuerte discusión entre los acusados y ambas víctimas. "a quienes culpaban de lo fallido de la operación" y golpearon a Cayetano y Jonatan en la cara y el cuerpo. Ante las quejas de los vecinos por el escándalo llevaron a los dos, "contra su voluntad", a la vivienda de Israel G. F. Según el ministerio público, "guiados por el ánimo de obtener un ilícito beneficio patrimonial " y con el propósito "de combatir la voluntad" de ambas víctimas, los ataron a una silla con cinta de embalar y trasladaron a habitaciones diferentes "siendo ambos amenazados con matarlos" y agredidos violentamente en cuerpo y cara. El objetivo de los acusados era obligarlos al pago de la deuda que, según ellos habían contraído al perder la droga, exigiéndoles la escritura de un inmueble en propiedad como garantía del pago.

Mientras que seguían golpeando a Cayetano, según el escrito de la Fiscalía, llevaron a Jonatan A. a casa de Juan Manuel G. A.de donde se fue una hora y media después de haberle entregado la escritura de una parcela de su propiedad. Ya de madrugada, según testificó el propio Jonatan durante el juicio, José Antonio L. T. y él llevaron a Cayetano Romero a su casa en el coche del primero "y le dejaron a escasos metros de su vivienda".