El juez que investiga la muerte de la joven nicaragüense Erica Vanessa Reyes, presuntamente asesinada a manos de su marido el 31 de julio en Utrera, ha prorrogado durante un mes más el secreto de las actuaciones del caso, al contrario de lo que le había solicitado la familia de la víctima. El magistrado considera que se trata un delito "sumamente grave" de homicidio y que existe un evidente riesgo de que, en caso de conocer las actuaciones, el investigado pueda alterar o esconder pruebas o valerse de terceros para facilitar su ocultamiento, además de intentar evadirse de la acción de la Justicia.

La familia de Erica Vanessa había solicitado al Juzgado de Instrucción número 2 de Utrera que alzase el secreto de sumario decretado sobre las actuaciones desplegadas para investigar este crimen. El abogado José Antonio Sires, que representa a la familia de la víctima, realizó esta petición "a falta de días para que cumpla el plazo legal de un mes que marca la Ley de Enjuiciamiento Criminal para el secreto sumarial".

Aunque el juzgado tiene la facultad de prorrogar esta medida si lo considera necesario, como así ha hecho, la acusación particular que ejerce la familia de la víctima entendía que ya se habían realizado "todos los actos de investigación tendentes a la comprobación del delito", como las comparecencias de los testigos, la autopsia al cadáver o la recogida de muestras en el lugar del crimen. Por eso pidió al instructor que levantase el secreto de sumario para que las partes pudieran tener pleno acceso a las actuaciones.

El último episodio de la investigación fue la desestimación por parte del juzgado de la petición de la defensa del acusado para que este quedase en libertad. El juez denegó esa solicitud basándose en que N.Á.C.T, de 43 años y origen ecuatoriano, podía alterar, ocultar o destruir pruebas si saliese a la calle. Durante comparecencia en el juzgado, el presunto autor del crimen se acogió a su derecho a no declarar, como ya había hecho en las dependencias de la Guardia Civil de Utrera.

Erica Vanessa, que tenía 22 años, fue enterrada el pasado 18 de agosto en su aldea natal, Talolinga (Nicaragua). El abogado de su familia apuntaba recientemente que uno de los móviles que se barajan respecto al crimen es que el marido, al que ya había anunciado su intención de separarse, no admitiera la relación que había comenzado con otra persona, nicaragüense como ella.

Sires también ha anunciado que pedirá la pena de prisión permanente revisable para el investigado al considerar que mató a Erica Vanessa "de manera consciente y deliberada, de forma sorpresiva y sin que la fallecida tuviera posibilidad de defenderse o huir". El delito que le atribuye es el de asesinato con las agravantes de parentesco y alevosía.