Una causa que se amplía para unos hechos que aparentemente tienen una instrucción para nada complicada. La juez de Instrucción número 13 de Sevilla, Yolanda Sánchez Gucema, ha prorrogado por otros seis meses la investigación por el incidente producido el pasado Día de Reyes en el restaurante Princi.pico de Los Remedios y en el que se vio involucrado el delegado de Gobernación y Fiestas Mayores del Ayuntamiento, Juan Carlos Cabrera.

En un auto, la magistrada ha acordado la prórroga de la instrucción por este tiempo pero no se ha pronunciado sobre la petición de la Fiscalía para que se cite a declarar a un trabajador del restaurante. El Ministerio Público consideró en un escrito remitido al juzgado que, tal y como solicitó en marzo pasado, "procede recibir declaración en calidad de testigos a los trabajadores que prestaron sus servicios el día de autos" y, como ya ha declarado el encargado del establecimiento, quedaría por oír a un empleado "que sería, en su caso, quien recibió el apelativo", dice la fiscal del caso en alusión a los supuestos insultos racistas.

La juez aún no se ha pronunciado sobre la declaración de este trabajador, pero sí sobre la ampliación de la investigación por esos seis meses, al considerar que la medida es "imprescindible". En este momento procesal, "estando próxima la fecha de finalización del plazo judicial, y a tenor del número de diligencias de instrucción practicadas, las pendientes de practicar y al estado de las presentes, resulta necesario mantener abierta la fase de instrucción mediante la concesión de la prórroga del plazo de instrucción, siendo una medida procesal idónea, apta y adecuada para alcanzar el fin constitucionalmente legítimo perseguido en autos, esto es, servir objetivamente para determinar los hechos y los intervinientes que constituyen el objeto de la presente instrucción", dice la magistrada en el auto.

Además, la juez dice que la prórroga "resulta imprescindible, sin que puedan concretarse de mejor manera las diligencias de investigación que restan por practicar, toda vez resulta perfectamente deducible que la mayoría de ellas vendrán determinadas por las que están pendientes de practicar", añade

En septiembre pasado, el encargado del restaurante Princi.pico, Roberto Murados, reiteró en su declaración ante la juez que Cabrera no profirió insultos racistas durante el incidente producido el pasado Día de Reyes.

El responsable del negocio aseguró entonces que no tiene constancia de que Cabrera llamara "sudaca de mierda" a un camarero o refiriéndose a él mismo. Según explicó el testigo a preguntas del abogado del concejal, Juan Carlos Cabrera se identificó con su cargo de delegado de Gobernación y Fiestas Mayores, si bien Roberto Murados indicó que no puede precisar si lo hizo para "demostrar autoridad o porque conocía la normativa Covid vigente", después de que en el restaurante le negaran montar una mesa para los diez comensales que participaban en el almuerzo.

A preguntas de la acusación que ejerce Vox, el testigo reconoció que los motivos por los que se produjo una inspección del establecimiento el pasado 6 de enero fue por "el altercado" que tuvo con un cliente, del que se enteró posteriormente que era el concejal Cabrera.