Un jurado popular enjuiciará a partir del 16 de octubre en la Audiencia de Sevilla a Adrian N., el joven acusado de matar a su exnovia Rocío Caíz, y posteriormente descuartizar su cuerpo en junio de 2021 en la localidad de Estepa. La víctima era menor de edad y había tenido un hijo con su asesino. Por estos hechos, la Fiscalía reclama catorce años y cuatro meses de cárcel para el procesado al entender que se trató de un homicidio, mientras que la familia de la fallecida lo acusa por asesinato y agresión sexual y pide una pena máxima de prisión permanente revisable. El Ministerio Público, de todas formas, no cierra la puerta a modificar su calificación en función de las pruebas que se practiquen durante la vista oral.

Según ha informado este viernes el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), está previsto que el juicio comience el lunes 16 de octubre con la constitución del jurado. Al día siguiente, las partes presentarán las alegaciones y declararán el acusado y los testigos. El miércoles 18 comparecerán los peritos.

En su escrito de acusación, el Ministerio Público exige para el acusado catorce años de prisión por un delito de homicidio con las agravantes de parentesco y de género. También solicita la prohibición de comunicarse y aproximarse a menos de 500 metros durante 25 años al hijo que tenía en común con la víctima; la prohibición de residir o acudir a la localidad de Martín de la Jara durante ese mismo periodo; y la privación de la patria potestad respecto de su hijo. La Fiscalía también pide otros cuatro meses de cárcel por un delito contra los sentimientos religiosos y respeto a los difuntos con la agravante de parentesco.

Según indica el escrito del fiscal, el acusado mantuvo una relación sentimental con convivencia con la víctima, fruto de la cual tenían un hijo en común. Fijaron su residencia en Estepa, pero al finalizar la relación la fallecida trasladó su domicilio junto a sus padres en Martín de la Jara.

Los hechos ocurrieron sobre las 19.50 horas del 2 de junio de 2021. La víctima se encontró con el acusado en la vivienda que había sido su domicilio familiar en Estepa para acordar la entrega del dinero referente a la pensión de alimentos del hijo menor en común. Horas más tarde, aún en ese inmueble, ambos discutieron por motivos relacionados con la negativa de la fallecida a retomar la relación sentimental. En el transcurso de esa refriega, el acusado cogió "un cordón de pantalón", se colocó "detrás” de la menor, le “rodeó el cuello" con la prenda y "con ánimo de acabar con su vida hizo presión constante hasta que el cuerpo” de Rocío “se desvaneció”. La causa de la muerte, por tanto, fue estrangulamiento a lazo.

A continuación, "con ánimo de ocultar el cadáver e imposibilitar su identificación en caso de ser hallado", el acusado "desnudó el cuerpo ya inerte y, haciendo uso de dos cuchillos, procedió a descuartizarlo" y a guardar los restos en bolsas de plástico que durante los días posteriores fue esparciendo en diferentes zonas” de Estepa.