María León niega que agrediera a una policía local y alega que la detuvieron "porque sí"

incidente con la Policía Local

Los funcionarios que intervinieron en el incidente ratifican que la actriz propinó un puñetazo y una patada a una agente tras huir del patrullero

La agente que detuvo a María León: "Me golpeó de lleno en la cara, me lanzó un puñetazo y una patada, y me insultó"

Las imágenes del juicio a María León

María León, en los juzgados de Sevilla para declarar como acusada de agredir a un Policía / M. H., Vídeo: José Ángel García

La actriz María León ha defendido este viernes que no agredió a una policía local de Sevilla con motivo del incidente que se produjo en la madrugada del 1 de octubre de 2022, cuando regresaba de una fiesta de fin de rodaje de la serie "El Hijo Zurdo" y pararon a un ciclista de su grupo que iba bebido con una copa en la mano. María León, que sólo ha respondido a las preguntas de su abogada y de las defensas de los otros dos acusados, ha afirmado que "aunque no es la noche de la que más orgullosa se puede sentir, jamás fue violenta con nadie", señalando que al final del incidente uno de los agentes le comunicó que iba a ser detenida y cuando ella preguntó cuáles eran los motivos de su arresto, le respondieron que "porque sí".

Por su parte, los tres agentes que intervinieron directamente en el altercado que se produjo aquella noche, han ratificado cómo la actriz les faltó al respeto, los insultó y propinó un puñetazo y una patada a una mujer policía tras salir huyendo del patrullero en el que había entrado voluntariamente para llevarla a la Jefatura para ser identificada, dado que, según han relatado los funcionarios, no se identificó cuando fue requerida para ser denunciada por esa falta de respeto.

María León ha comenzado a declarar sobre las 14:42 horas de este viernes, después de haber oído la declaración de los policías y de los testigos propuestos por las partes, y al inicio de su declaración ya ha dicho que no estaba de acuerdo con las manifestaciones que habían realizado los agentes. La actriz ha dicho que aquella noche regresaban de la fiesta de fin de rodaje de la serie y habían decidido ir a una terraza a tomar otra copa. Fue entonces, sobre las 04:45 horas de la madrugada, cuando un patrullero paró a un compañero de rodaje que iba en bicicleta y con una copa en la mano, algo a lo que en principio no le dieron más importancia hasta que, al ver que el joven no regresaba, se acercaron y vieron cómo había otro patrullero y un furgón de la Policía. "No comprendíamos qué había hecho para ese despliegue policial tan grande", ha dicho la intérprete, que sacó su teléfono móvil y comenzó a grabar la escena porque creía que grabar le ayudaría a aclararle lo que estaba sucediendo.

Un agente le pidió que dejara de grabar, a lo que accedió, pero al poco tiempo volvió a sacarlo y se acercó a un agente para preguntarle, recibiendo como respuesta un supuesto improperio del funcionario de que "el dinero no se iba a gastar en la Cultura", de lo que María León desprende que los policías sabían quién era ella.

"Tengo claustrofobia desde que soy pequeña"

La actriz ha dicho que había bebido "tres o cuatro tercios de cerveza y un vino cenando", y que por la hora que era estaba "aturdida y cansada", ha continuado relatando. Aunque no ha reconocido haber insultado a los agentes -estos aseguran que se dirigió a uno diciéndole "Tonto, ¿tú que eres, el sheriff?"-, sí ha afirmado que no es la noche de la que más orgullosa se puede sentir, pero ha insistido en que "jamás" fue violenta con nadie. "No golpeé a nadie", ha aseverado María León, que también ha confesado que ahora tiene "fobia a la Policía" porque aunque sabe que hay agentes honestos y buenos, en Sevilla tiene miedo e intenta venir lo menos posible.

También ha dicho que aunque no llevaba el DNI encima, se lo "verbalizó" a los agentes, lo dijo en voz alta, y cuando le indicaron que debía acompañarlos a la Jefatura para su identificación, accedió a ello, algo que sucedió, según sus palabras, en un clima en el que había "mucha tensión y todo el mundo estaba muy nervioso", por lo que como "el único conflicto" era ella, decidió montarse en el patrullero para que el conflicto "terminara".

María León saluda a su madre, que acudió a los juzgados para acompañarla.
María León saluda a su madre, que acudió a los juzgados para acompañarla. / josé ángel garcía

Y es a partir de ese momento cuando, según el testimonio de María León, sufrió un episodio de claustrofobia. "Tengo claustrofobia desde que soy pequeña", ha señalado la actriz, que ha añadido que cuando entró en el vehículo policial, con esa mampara de plástico, sintió como si la "envasaran al vacío". "No me debería haber montado voluntariamente nunca. No sabía qué pasaba fuera y me empecé a quedar sin aire", ha añadido.

En ese instante, asegura que le dijo a la agente "no me deje aquí que me estoy asfixiando" y a continuación la puerta del patrullero se abrió -por una de las personas que formaban parte de su grupo-, bajándose del mismo. "Sentí oxígeno y me fui buscando auxilio, pero no intenté huir, quería que la Policía me ayudara porque no me encontraba bien en ese momento".

En esta parte de su relato la actriz no se refiere al momento en que según los agentes se produjo la agresión física a funcionaria policial. Según María León, una agente le dijo que se iba a ir detenida con ellos y cuando preguntó por qué la arrestaban, la respuesta fue "porque sí". "Me tiraron a una valla, caí al suelo y me pusieron las esposas". Después la metieron de nuevo en el patrullero, volviéndose a "quedar sin aire".

María León ha terminado su declaración diciendo que ha intentado "reparar y comprender qué ocurrió aquella noche", y ha dicho que ha tenido que "tomar medicación" y hablar con psiquiatras y psicólogos.

La defensa de la actriz ha aportado un informe pericial -que ha sido impugnado por los abogados de la acusación particular- en el que sostienen que María León padece un trastorno de estrés agudo de origen fóbico y un trastorno de estrés postraumático, provocado a raíz de que entrara en el patrullero de la Policía Local, que le provocó una situación similar a una crisis de ansiedad o angustia, y que a partir de ese momento no era capaz de comprender la situación.

Nuevo vídeo de la detención de María León. / D. S.

La Fiscalía y las acusaciones mantienen sus peticiones de condena

Al término del juicio, la Fiscalía de Sevilla y las acusaciones han mantenido sus peticiones de condena. La actriz se enfrenta a una condena de entre un año y 9 meses -que reclama la Fiscalía- y los dos años y un día de prisión -que piden los agentes- por delitos de atentado a la autoridad y lesiones a una funcionaria policial. En el banquillo de los acusados se han sentado María León y otros dos acusados en el proceso, Pedro A. M., a quien se pide un año de prisión por atentado a la autoridad, y Jorge S. R., que se enfrenta a una petición de nueve meses de cárcel por un delito de resistencia. Estos dos acusados también han rechazado en sus declaraciones que tuvieran una actitud violenta con la Policía Local.

Por su parte, los tres agentes que ejercen la acusación particular piden una condena de dos años y un día de prisión. Los policías le atribuyen un delito de atentado a la autoridad, aunque también la acusan de delitos de desobediencia y lesiones, por los que reclaman sendas multas de 2.700 euros, respectivamente, lo que supone un total de 5.400 euros.

Además, la agente que recibió un puñetazo y una patada solicita una indemnización de 150 euros por las lesiones físicas sufridas, así como otros 1.000 euros de indemnización en concepto de daños morales derivados de la "trascendencia pública de la acusada y los vídeos publicados en las redes sociales y otros medios", lo que ha ocasionado, asegura su representación jurídica, un "perjuicio de inseguridad en su labor como Policía Local en Sevilla y en su entorno familiar".

El juicio ha quedado visto para sentencia sobre las 16:20 horas de la tarde, tras más de seis horas de sesión, sin que María León haya hecho uso del derecho a la última palabra, algo que sí han hecho los otros dos acusados para defender su inocencia.

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