El empresario sevillano Antonio Pardal Reyes, uno de los testigos clave en el caso Mercasevilla (la venta de suelos a Sando) y también investigado por la trama Púnica, falleció el pasado sábado 19 de agosto en Alcalá de Guadaíra. Nacido en Écija en 1938, Pardal también era el abuelo materno de la actriz madrileña Adriana Ugarte. Sus comienzos, según comentó en una entrevista, fueron en la frutería de un tío en Madrid, después vendió sanitarios y al final creó un holding con 500 trabajadores que llegó a facturar 700 millones de euros. También presumía de haber levantado 4.000 naves industriales.

Afianzado ya como un importante constructor, Mercasevilla solicitó sus servicios y por eso terminó declarando como testigo en el juicio relativo a la venta de suelos. Allí contó que los ex directivos del Mercado Fernando Mellet y Daniel Ponce, así como el entonces gerente de Urbanismo Manuel Marchena, le ofrecieron diversas concesiones y adjudicaciones a cambio de que cediera los derechos sobre varias parcelas. El testigo aseguró que todas esas personas le informaron de que estaban “respaldadas” por Alfredo Sánchez Monteseirín. Incluso contó que el alcalde llegó a decirle en una ocasión que no saldría “perjudicado” por su salida del Mercado central. Aquel juicio terminó con la absolución de todos los acusados.

Pardal, que deja viuda, hijas, hermana, nietos y bisnietos, fue incinerado el domingo en el tanatorio El Recuerdo, en Dos Hermanas.