La mujer muerta en la Cruz Roja fue estrangulada antes de ser quemada

Jurado Popular

El juicio tiene lugar ante un jurado popular en la Audiencia de Sevilla
El juicio tiene lugar ante un jurado popular en la Audiencia de Sevilla
R. Rocha

09 de febrero 2022 - 17:12

La mujer encontrada muerta en un domicilio de la zona de la Cruz Roja de Sevilla en julio de 2020 murió "por asfixia mecánica". Cuando los bomberos entraron esa tarde en la vivienda alertados por los vecinos ante un incendio en la planta baja del edificio encontraron el cadáver de la mujer carbonizado y desnudo encima de un colchón, aunque en un primer momento pensaban que había muerto por el incendio. Según los forenses que declararon ante el tribunal del jurado que enjuicia a Jorge A. G. por asesinato, el cadáver estaba desnudo y tenía muchas partes del cuerpo carbonizadas.

Respecto a la hora de la muerte, los peritos la fijan entre las seis y las seis y media de la tarde, hora a la que el acusado declaró que había abandonado la casa. Asimismo, la autopsia revela que no había hollín en las vías respiratorias, por lo que la mujer murió antes del incendio. Además todas las quemaduras se produjeron después de muerto.

La mujer tenía costillas fracturadas por presión ejercidas sobre ellas, aunque la causa de la muerte fue estrangulamiento realizado con algo ancho y no rígido que corresponde con la toalla que las acusaciones señalan como el objeto utilizado para matar a la víctima.

Durante esta sesión también declaró el amigo del acusado que le había dejado presuntamente los 50 euros con los que pagó el servicio sexual de la víctima. Sin embargo, afirmó, no sólo que esto nunca había ocurrido, sino que ese día estaba en Bilbao, por lo que negó lo afirmado por el acusado durante su declaración el primer día de la vista oral.

La Fiscalía mantiene su petición de 30 años de prisión por los delitos de asesinato, robo con violencia, estafa y daños. Le reclama, además, una indemnización de 60.000 euros para la hija de la víctima y otros 10.000 euros para el dueño de la vivienda que tenía arrendada la fallecida. La acusación particular, que ejerce Alejandro Gómez en nombre de la hija de la víctima solicita un total de 33 años decárcel por los delitos y una indemnización de 100.000 euros. Por su parte, la defensa, ejercida por Antonio Ruiz, a través del turno de oficio, pide la condena por el delito de hurto pero sin el uso de violencia y por la estafa al usar las tarjeta y la libre absolución por el asesinato y el incendio.

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