accidente laboral

Un trabajador que perdió un pie en un accidente laboral en Alcalá recibe 162.000 euros de indemnización

  • El trabajador sufrió la amputación de un pie al caerle encima una estructura de más de 2.000 kilos

  • El empleado ha alcanzado un acuerdo que ha evitado la celebración del juicio, en el que su jefe se enfrentaba a una petición de dos años de cárcel por delitos contra la seguridad de los trabajadores y lesiones

  • El último juicio a Eduardo Herrera será a mediados de septiembre

Un polígono industrial de Alcalá, en una imagen de archivo.

Un polígono industrial de Alcalá, en una imagen de archivo. / josé ángel garcía

Un trabajador que perdió un pie al caerle una estructura de más de dos toneladas ha sido indemnizado con 162.000 euros, tras un acuerdo alcanzado con el responsable de la empresa, quien finalmente ha evitado la celebración de un juicio en el que inicialmente se enfrentaba a una petición de dos años de cárcel por parte de la Fiscalía por un delito contra la seguridad de los trabajadores y otro de lesiones imprudente.

El trabajador y su jefe llegaron a un acuerdo que incluye esta indemnización por los daños y perjuicios que sufrió como consecuencia del accidente que tuvo lugar el 18 de diciembre de 2017, con lo que se ha archivado la vía judicial y el juicio, previsto para octubre de 2024, según ha explicado a este periódico el abogado Alejandro Marín, de accidenta.es que ha representado al trabajador lesionado.

El accidente tuvo lugar sobre las 11:00 horas del 18 de diciembre de 2017, cuando el trabajador -que tenía un contrato de oficial de tercera en prácticas- recibió una orden de su jefe para que le ayudara en una labor que estaba desarrollando en la empresa, ubicada en uno de los polígonos industriales de Alcalá de Guadaíra.

En concreto, el empleado fue requerido para que ayudara a su jefe a introducir los cuatro casquillos que para su reparación requería una pieza denominada "Ambiplate", procedente de otra empresa que había sido enviada para su reparación. La pieza, según explica el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales, tenía un peso de entre 2.000 y 3.000 kilos, con unas dimensiones de 2.420 metros de largo, un metro de alto y 35 centímetros de anchura. 

Para introducir los cuatro casquillos mencionados se colocó la pieza en posición vertical, apoyada en su superficie más estrecha "sin ningún taco o sujeción adicional alguna más que la propia base de la pieza y así se fueron introduciendo uno a uno tres de los cuatro casquillos, si bién el último ofreció resistencia para ser introducido", por lo que el jefe procedió a golpear con una maza de goma la pieza, al objeto de su completa introducción.

Para ello, le pidió a su subordinado que se colocara a la derecha del "Ambiplate" sujetando una platina metálica sobre el casquillo mientras el jefe se situó a la izquierda y golpeó con el martillo la platina, y al hacerlo "la pieza se desestabilizó", comenzó a desplomarse sobre el operario y pese a que el jefe dio un grito de advertencia, la estructura le atrapó el pie izquierdo.

Como consecuencia del accidente, la víctima sufrió la amputación traumática del pie izquierdo "con avulsión digital, fracturas diversas y degloving (denudamiento óseo) en dorso", para cuya sanidad requirió una intervención quirúrgica para la amputación del pie, sufriendo un perjuicio durante casi 500 días. En diciembre de 2018, la Seguridad Social le reconoció una Incapacidad Permanente Total para la profesión actual del trabajador, con una pensión económica de 607,70 euros.

La Fiscalía acusaba del suceso al jefe directo del trabajador lesionado, como encargado de prevención de riesgos laborales, por cuanto entendía que la "causa directa e inmediata del accidente fue la participación directa del trabajador mediante sujeción de una pletina de aluminio en la operación de utilización de martillo para introducir un casquillo sobre una pieza metálica pesada y de grandes dimensiones colocada de manera inestable".

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