José Ramón Barrera Hurtado, presidente del Colegio de Graduados Sociales de Sevilla, analiza en esta entrevista las consecuencias de la crisis del coronavirus en la actividad económica y el desempleo en Sevilla. En particular expresa su preocupación por el retraso de un año más que provocará la suspensión de juicios en lo laboral, ahora fijados a tres años vista. 

— ¿Qué impacto va a tener la crisis sanitaria del coronavirus en el empleo en Sevilla?

Ciertamente negativo. Es evidente que entramos en una recesión en la contratación porque no se va a mover el sector que tradicionalmente lo hace en esta época: el turismo, el comercio, la restauración y el hospedaje.

Algunas empresas no van a tener más remedio que  prescindir de esos trabajadores y encauzarlo a través de algún tipo de Expediente de Regulación de Empleo temporal.

—¿Le parece correcto que las bajas por coronavirus se asimilen a un accidente de trabajo?

Me parece bastante lógico. Es cierto que la adquisición de esa patología tal vez no tenga que ver con el trabajo, pero en la mayoría de los casos sí porque afecta directamente al núcleo esencial del trabajador que es el trabajo. Si tiene que ir y no puede, es lógico que se considere como accidente laboral. Me parece una medida acertada, si bien es cierto que faltan muchas más.

— ¿Que medidas faltan?.

Quizás una real, certera y eficaz información acerca de la autorización de los medios telemáticos de trabajo. No entiendo como en una sociedad que va a camino de la cuarta revolución industrial las empresas españolas no se hayan ocupado de establecer unos mecanismos de teletrabajo adecuados que permitirían no solo cubrir esta incidencia puntual sino la conciliación de la vida laboral y familiar.

Es cierto que el teletrabajo es imposible en sectores como el sanitario, el comercio o el sector servicios.

"El retraso es una desnaturalización del proceso judicial"

— ¿Qué efecto va a tener la suspensión de juicios ya autorizada?

En el ámbito judicial, entiendo que va a ser un caos. Ya lo es y esta crisis va a contribuir enormemente al desastre. Tenemos ahora mismo una demora de señalamientos en lo laboral hasta el año 2023. Esto es una absoluta barbaridad, una desnaturalización del proceso judicial, y la suspensión decretada va a agravar la situación.

Todo aquel que se diga democrático pero no haga nada para paliar esta situación que ataca la columna vertebral del sistema democrático y de Derecho no tiene nada democrático.

Imagínese que hay que impugnar en vía judicial un despido. El trabajador ve de entrada cercenado su salario hoy, pero su procedimiento se va a juzgar de aquí a cuatro años. Eso es una absoluta barbaridad y una injusticia. La injusticia se comete también no impartiendo justicia.

— ¿Son partidarios de la alternativa de celebrar los juicios a puerta cerrada?

Yo propondría que se sigan celebrando juicios porque no debemos parar la maquinaria. Que se sigan celebrando con las garantías higiénicas y de seguridad que requiere. A puerta cerrada y sin togas. No podemos suspender más juicios porque eso nos retrasaría otro año más. Tampoco podemos ver una acumulación de cientos de personas esperando juicio como ocurre diariamente en el Edificio Noga.

—¿Qué proponen los graduados sociales?

Desde aquí apelo al sentido común de los políticos y que tengan claro que desde este colegio vamos a ser proactivos colaborando en todo aquello que se nos requiera y que contribuya a mejorar la situación, como ya venimos haciendo con nuestras oficinas de información gratuita, nuestro euro solidario y nuestras campañas de trasladar los valores sociales a las aulas.

— ¿Apoyan la posibilidad de aplazamiento de las cuotas a los empresarios y autónomos?

Me parece adecuado porque, efectivamente, ahora se van a dar problemas de falta de actividad y sobre todo se debería hacer para aquellas empresas que no tienen una liquidez inmediata. Ahora mismo en el sector hotelero, hostelero y de restauración esto va a ser un caos. La moratoria no significa que el autónomo no vaya a pagar sus cuotas, sino que lo va a hacer a un año vista.

— Muchos dicen que no se debe trasladar el coste del coronavirus a las empresas y a los trabajadores.

La empresa evidentemente no tiene la culpa, el trabajador menos y no deben pagar ni uno ni otro. Yo  entiendo que aquí hay una responsabilidad del gobierno que ha permitido el contagio sin adoptar las medidas necesarias.

—¿Actuó tarde?

Creo que actuó tarde porque venimos hablando de coronavirus desde hace mucho tiempo. Entiendo que es una responsabilidad directa del Estado cuyas consecuencias ahora mismo estamos pagando todos.  Realmente, el que menos culpa tiene es la empresa y el trabajador, ellos no deben asumir esos costes.

— ¿Los sectores más débiles son los que se van a ver más afectados por esta crisis?.

Lo grave de estos casos es que siempre atacan a los sectores mas débiles, a la contratación en precario y a los jóvenes que acceden al primer empleo. Se dice que a veces los momentos de crisis son oportunidades para otros, pero creo que aquí va a haber pocas oportunidades.

— ¿Cree que la crisis va a durar mucho?

Confío en que con las medidas adoptadas y la responsabilidad de la ciudadanía irá decreciendo.

Debemos tranquilizar a la población y no trasladar un mensaje de inquietud. Hay mecanismos ya establecidos para paliar la situación de los afectados, lo que hay que hacer es ponerlos en práctica de una forma eficaz y efectiva y además que se apliquen con prontitud.