Reportajes

Síndrome del trabajador quemado o burnout, agotamiento emocional y físico

El trabajo puede llegar a "quemar" a las personas

El trabajo puede llegar a "quemar" a las personas / M. G.

El profesor de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones de la Universidad de Sevilla, Francisco José Medina puntualiza que el síndrome del trabajador quemado o burnout no tiene nada que ver con el estrés, sino con tres factores principales. Por un lado está el agotamiento emocional, "cuando el trabajador siente que no puede dar más de sí. Otra opción son personas con competencias muy altas con una formación elevada y un puesto infraexigido". Este es uno de los síntomas claves pero no es aislado, suele presetarse junto a los otros dos. 

Otro de los síntomas es la despersonalización. "El trabajador desarrolla una conducta de maltrato y desprecio a los demás. No está pendiente de las necesidades personales de aquellos a los que presta el servicio. Tratas a la otra parte como alguien que te molesta o causa daño". También existe una falta de realización personal del trabajador "porque la situación generada impide desarrollar correctamente el trabajo y desemboca en una baja autoeficiencia".

Para diagnosticar un síndrome del trabajador quemado se realizan unos test que miden el cinismo, la falta de realización personal y el agotamiento emocional. Además hay síntomas claros. "El primero suele ser el agotamiento emocional".

Pero no sólo es un problema laboral,  sino también social "porque cuando se alcanzan niveles altos, se agudizan problemas de salud como la diabetes porque puede afectar al sistema inmunitario. Estos síntomas tienen un correlato biológico". Por esta razón para Medina es normal que el síndrome entre en la categorización de enfermedades laborales. Es un problema más circunscrito a las organizaciones en las que se trabaja a demanda: sanitario, profesorado, atención a clientes, sector servicios, resolución de problemas o personal penitenciario.

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