El miércoles 4 de agosto de 1954, la Brigada de Investigación Criminal citó en la plaza de España a todos los taxis de Sevilla para un peculiar registro: buscaban pistas en torno a un sobre con 646.500 pesetas de entonces (226.000 euros actualizados a día de hoy) que el director de un banco se había olvidado en un taxi.

Lo caluroso del mes de agosto obligó a fijar la cita a las 8 de la mañana. Todos los taxis de Sevilla se alinearon en la Plaza de España, fueron concienzudamente revisados y sus conductores interrogados, pero sin éxito.

El dinero lo llevaba, contante y sonante, el director de la sucursal en Algar (Cádiz) de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Jerez de la Frontera, de nombre Francisco Domínguez Varez. Este caballero había viajado de Sevilla a Algar dos días antes en taxi.

Los taxis de Sevilla esperan para ser inspeccionados

El 11 de agosto de 1954 la prensa local informaba de que el dinero seguía sin aparecer y a partir de entonces la hemeroteca perdió la pista del caso y del director de la sucursal.  

Pero gracias a la versión digital del BOE se sabe que Dominguez Varez fue condenado por la Audiencia Provincial de Cádiz, el 27 de agosto de 1957, a doce años y un día de reclusión por un delito de malversación. El acusado recurrió y la Sala Segunda de  Tribunal Supremo confirmó en abril de 1958 la resolución de la Audiencia de Cádiz.

El director bancario solo cumplió la mitad de la condena: el Consejo de Ministros le concedió un indulto parcial y el BOE del 12 de julio de 1960 publicó un decreto firmado por Francisco Franco y por el ministro de Justicia, Antonio Iturmendi. En él se conmutaba a Francisco Domínguez la pena privativa de libertad de 12 años por otra de seis años de reclusión. Todo ello, con el apoyo del tribunal sentenciador y del Ministerio Fiscal.