Imágenes para el recuerdo

Cuando el reloj de los juzgados casi mata a dos funcionarios

  • El contrapeso se soltó y atravesó dos plantas hasta estrellarse en un juzgado

Estado en que quedó el juzgado de primera instancia 6, con el contrapeso todavía en el suelo

Estado en que quedó el juzgado de primera instancia 6, con el contrapeso todavía en el suelo

Cuando los juzgados de Sevilla estaban en la calle Almirante Apodaca (actual sede del Archivo Histórico Provincial) se produjo un terrible accidente cuando el contrapeso del reloj que coronaba el edificio cayó sobre la mesa de trabajo de un funcionario y de milagro no mató a las dos personas que en ese momento se encontraban allí.

Ocurrió a mediados de los años 60 -posiblemente entre 1965 y 1968- y en horas de trabajo, pues entonces los funcionarios de Justicia tenían horario partido de mañana y tarde. Se rompieron las cuerdas que lo sujetaban y el contrapeso atravesó dos plantas del edificio hasta estrellarse junto a la mesa de un oficial del juzgado de primera instancia e instrucción 6, de apellido Requena.

Junto a él se encontraba casualmente José Luis Dorado Canelo, funcionario del juzgado de primera instancia e instrucción número 1. Ambos se salvaron por cuestión de centímetros, según se aprecia en las fotos de este reportaje, que fueron hechas por José Luis Dorado.

Su hijo, que todavía conserva las fotos, recuerda lo que su padre le contaba: Unos minutos antes había estado apoyado en la mesa del compañero, despachando algo con él. “Cuando volvía a la suya escuchó el estruendo, se volvió, y entre la polvareda encontró un agujero en el mismo lugar donde él había estado”.

Su padre quedó tan impresionado que al día siguiente tomó unas fotos del enorme boquete y del contrapeso destrozado en la planta baja. Ahora, su hijo desea donar esas fotos al Archivo Histórico Provincial y a  la Hemeroteca Municipal como herederas del edificio.

Boquete dejado en una de las plantas afectadas Boquete dejado en una de las plantas  afectadas

Boquete dejado en una de las plantas afectadas

El reloj sigue coronando la característica fachada curva de la Hemeroteca Municipal. Tiene un campanario de metal y su campana es conocida con el nombre de Matilde. Todavía todos los 31 de diciembre algunas personas se reúnen a sus pies para tomarse las uvas de Fin de Año.

El edificio de Almirante Apodaca es obra de José Sáez y López, arquitecto municipal de Sevilla desde 1895, y su construcción finalizó en 1913. Está realizado en piedra y ladrillo y se caracteriza por su gran fachada con columnas monumentales y una esquina curva entre las calles Almirante Apodaca y Alhóndiga, coronada por el reloj accidentado en los años 60.

El reloj sigue coronando el edificio de la Hemeroteca Municipal El reloj sigue coronando el edificio de la Hemeroteca Municipal

El reloj sigue coronando el edificio de la Hemeroteca Municipal / Juan Carlos Muñoz

Los juzgados de Sevilla abandonaron definitivamente Almirante Apocada en 1971, cuando se inauguró el nuevo edificio del Prado de San Sebastián. Después de varios años con diferentes funciones, los arquitectos Cruz y Ortiz lo  rehabilitaron en 1987 para albergar el Archivo Histórico Municipal.

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