Los trabajadores de la empresa encargada de la limpieza en los juzgados de Sevilla completaron este jueves su cuarta jornada de huelga. La protesta se nota ya en los cuartos de baño llenos de papel higiénico por el suelo, los malos olores y los pasillos llenos de manchas, agravadas por la lluvia y la entrada a los edificios de paraguas mojados.

Los funcionarios de Justicia se traen su propio papel higiénico de casa y una trabajadora del juzgado de Vigilancia Penitenciaria comentó a este periódico que también se ha traído una botella de lejía para combatir los malos olores por el papel usado que no se retira de las papeleras.

La huelga está motivada por el impago de nóminas a los 500 trabajadores de la empresa adjudicataria, Expertus, desde agosto pasado. Los empleados se concentraron este martes frente a la fachada de la Audiencia, aprovechando la presencia de numerosos medios informativos durante la notificación de la sentencia del caso de los ERE.

Únicamente en el Instituto de Medicina Legal se está haciendo una limpieza mínima para evitar el contagio de enfermedades, según las citadas fuentes.

La situación más grave se da en los cuartos de baño pero también en los suelos llenos de manchas y en torno a las papeleras, donde se acumulan vasos de papel usados.   

Según informó el sindicato CCOO, los 500 trabajadores de Expertus en Sevilla iniciaron una huelga indefinida el 18 de noviembre ante los “continuos impagos en las nóminas que llevan sufriendo desde el pasado mes de agosto”. La convocatoria afecta a clientes como Tussam, Lipasam, Emasesa, Emvisesa, sedes judiciales de la provincia de Sevilla, entidades bancarias e incluso alguna consejería de la Junta de Andalucía.

Las deudas salariales que la empresa tiene con la plantilla son ya “insostenibles” y “muchas de las familias que dependen de estos salarios ya están sufriendo embargos bancarios y cortes de luz y agua en sus casas, además de tener que acudir a familiares y vecinos para la manutención de sus hijos”, explica CCOO.

Según el sindicato, “estamos ante la posible solicitud de la apertura de un concurso voluntario de acreedores, una situación que agravaría aún más los retrasos en las nóminas”.

Ya en el mes de septiembre la plantilla convocó una huelga de tres días, si bien se consiguió un acuerdo en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (Sercla), donde la empresa se comprometió a abonar los salarios conforme al convenio de aplicación. "Un compromiso que apenas duró un mes, tras el que volvieron los incumplimientos”, denuncia el Sindicato Provincial de Construcción y Servicios de CCOO de Sevilla.