El Supremo niega una incapacidad absoluta a una cajera de banco con fibromialgia

Varias personas con fibromialgia hacen ejercicios en la sede de Apafima.
Varias personas con fibromialgia hacen ejercicios en la sede de Apafima. / Javier Albiñana

El Tribunal Supremo ha negado la Incapacidad Permanente Absoluta (IPA) a una cajera de banco de Sevilla que padece fibromialgia, al estimar que las limitaciones orgánicas y funcionales que padecen no merecen este grado de reconocimiento porque "tiene capacidad residual suficiente para desempeñar con dignidad, rendimiento y eficacia alguna tarea laboral que le aporte ingresos económicos en el mercado laboral".

El Alto Tribunal, en una sentencia a la que ha tenido acceso este periódico, ha confirmado a su vez la sentencia dictada por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Inicialmente el juzgado de lo Social número 4 de Sevilla estimó la demanda de la trabajadora y le concedió la Incapacidad Permanente Absoluta, en contra del criterio del Instituto Nacional de la Seguridad Social.

El Supremo recuerda que la recurrente es cajera de una entidad bancaria que tiene declarada una Incapacidad Permanente Total (IPT) derivada de una enfermedad común. La trabajadora pidió el reconocimiento de la incapacidad absoluta debido a que padece un "síndrome fibromiálgico, trastorno de inestabilidad emocional y de la conducta alimentaria, agravada por el fallecimiento de su madre", con "ansidedad, dificultad para asumir responsabilidades, baja tolerancia a la frustración, actitud derrotista, y escasos recursos personales para afrontar conflictos", recoge la sentencia.

Además, tiene limitaciones para asumir "tareas de elevada responsabilidad asi como para esfuerzos físicos intenros general", según uno de los informes que obran en el expediente de la trabajadora.

La sentencia de la Sala de lo Social del TSJA, que fue dictada en julio de 2022, estimó el recurso del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y revocó la dictada por el juzgado de lo Social de Sevilla, que estimó la demanda "al considerar que las limitaciones orgánicas y funcionales descritas no son merecedoras de la IPA reclamada, por cuanto tiene capacidad residual suficiente para desempeñar con dignidad, profesionalidad, rendimiento y eficacia alguna tarea laboral que le aporte ingresos económicos en el mercado laboral".

En su recurso ante el Tribunal Supremo, la trabajadora alegó una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria de otra trabajadora con fibromialgia, depresión y deseo de morir, pero el Supremo considera que las dolencias físicas y psiquicas padecidas en cada caso son distintas: "Ni la fibromialgia cursa en ambos casos con la misma severidad, ni el cuadro psicológico de la recurrente reuslta en absoluto equiparable al de la sentencia de referencia, en el que destacan las dificultades cognitivas identificadas y el deseo de morir", argumenta la Sala.

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