violencia machista

Cinco años por amenazar a su pareja embarazada: “Hoy te hago una cesárea”

  • El Tribunal Supremo confirma la sentencia de la Audiencia de Sevilla que condenó a un joven por las amenazas a su compañera

Fachada del Tribunal Supremo

Fachada del Tribunal Supremo

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de cinco años y cinco meses de cárcel que la Audiencia de Sevilla impuso a un joven, vecino de Dos Hermanas, por amenazar con un cuchillo de 24 centímetros a su pareja embarazada, a la que amenazó de muerte diciéndole “hoy te hago una césarea”.

El Alto Tribunal ha rechazado el recurso de casación presentado por el condenado, Sergio M. G., quien alegó que había sido condenado por unas pruebas que no pueden considerarse válidas ni suficientes para enervar su derecho a la presunción de inocencia, porque existían versiones contradictorias y la víctima no se encontraba coaccionada o amenazada.

Sin embargo, el Supremo ha desestimado su recurso y ha confirmado íntegramente la sentencia dictada por la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla y que fue posteriormente ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Dice la sentencia del Supremo que ha existido prueba de cargo bastante y no hay indicios de que se haya realizaro una valoración irracional, absurda o arbitraria.

Los hechos se remontan a la noche del 21 de septiembre de 2018, cuando el acusado –que ya había sido condenado a 24 días de trabajos en beneficio de la comunidad por un delito de amenazas a su pareja y con la prohibición de aproximarse a ella durante ocho meses– regresó a la vivienda, donde había reanudado su convivencia con la víctima, que por entonces estaba embarazada de siete meses.

El acusado llegó al domicilio en una actitud “violenta y alterada”, porque había estado discutiendo por whatsapp con su pareja, y al acceder a la vivienda, le propinó un puñetazo en el brazo izquierdo y le dio dos guantazos en la cara. También le arrojó un zapato, le escupió y le dijo a voces: “Me has hecho perder 50 euros, hija de puta, te juro que te mato, dame las llaves y vete de aquí que te mato”, por lo que la joven abandonó precipitadamente el domicilio, llorando.

Unos minutos después, la mujer regresó a la vivienda, y el acusado cerró la puerta y le dijo que no se podía ir, que tenían que hablar por la mañana. Momentos después se presentó la Policía Nacional en el domicilio, preguntando si ocurría algo y el acusado les dijo que se marcharan, mientras que la víctima no se atrevió a pedir ayuda a la Policía.

Los agentes hicieron entonces una llamada al móvil de la chica, que el acusado no le dejó coger, pero ante la insistencia de los policías, él mismo descolgó y le dijo a los agentes que estaba acostada y no la podía molestar.

El acusado, pensando que ella había llamado a la Policía, cogió el cuchillo de 24 centímetros con el que se dirigió a su pareja, moviéndolo en horizontal, de un lado para otro, a la vez que le decía: “Tú no te vas de aquí, te voy a matar, hoy te hago una cesárea, a todo el que se acerque a mí lo voy a rajar, aunque sea la Policía”.

La mujer, asustada, optó por acostarse en uno de los dormitorios y no contrariarle para evitar males mayores, marchándose el acusado a dormir a otra habitación. La joven se puso en contacto con una amiga y le pidió que alertara a la Policía, guiando a los agentes hasta el domicilio. Cuando la mujer supo que los agente estaban al otro lado de la puerta, salió de la casa y los agentes entraron entonces en el domicilio y procedieron a la detención del acusado, que en ese instante seguía dormido.

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