Un técnico de operaciones de Aena es pillado tomando cervezas, lo despiden y la Justicia dicta sentencia como despido procedente
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El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) respalda la decisión de Aena al ratificar el despido disciplinario de un trabajador destinado en el Aeropuerto de Asturias, desempeñando funciones esenciales para la seguridad aérea. El afectado, Técnico de Operaciones en el Área de Movimiento (TOAM), fue cesado tras arrojar un resultado positivo en un control de alcoholemia realizado en zona de acceso restringido y en pleno horario laboral, superando los límites internos fijados por la normativa de seguridad aeroportuaria vigente en 2024.
Los hechos que desembocaron en la resolución judicial se produjeron en abril de 2024. El trabajador, con más de dieciocho años de antigüedad en la empresa, terminaba su turno en horario de mañana (de 5:45 a 15:00 horas) cuando, tras estacionar el vehículo oficial empleado en la plataforma aeroportuaria, se dirigió a la terminal, donde consumió dos cortos de cerveza en una cafetería. Poco después, fue requerido para someterse a un control de alcoholemia por agentes de la Guardia Civil destinados en el recinto aeroportuario, obteniéndose valores de 0,18 y 0,19 mg/l en aire espirado, ambos superiores al límite máximo de 0,15 mg/l establecido en la normativa interna de Aena.
Funciones del trabajador y relevancia para la seguridad aeroportuaria
El empleado se incorporó a la plantilla de Aena en enero de 2006, accediendo en 2017 al puesto de Técnico de Operaciones en el Área de Movimiento. Sus responsabilidades incluían la señalización y supervisión de maniobras de aeronaves en pista, inspecciones de plataformas, acompañamiento de equipos técnicos en el campo de vuelos y la conducción de vehículos especiales por el denominado "lado aire". Este entorno aeronáutico exige no solo habilitación y formación específicas, sino una alerta total y cumplimiento íntegro de las medidas de seguridad, elementos ambos incididos gravemente por el consumo de alcohol durante la jornada.
A raíz de los hechos detectados, la Guardia Civil informó al trabajador de la posibilidad de realizar una prueba de contraste, opción que éste rechazó, al igual que firmar la documentación derivada del procedimiento. De forma inmediata, la tarjeta de acreditación aeroportuaria fue suspendida provisionalmente, y perdió el permiso específico para la conducción de vehículos en plataforma.
Despido disciplinario y ratificación judicial
En octubre de 2024, tras la apertura del expediente, Aena comunicó formalmente el despido por la comisión de una falta muy grave. La empresa fundamentó su decisión en «el grave incumplimiento de las obligaciones tendentes a garantizar la seguridad en operaciones críticas» y en la vulneración de «los principios esenciales de la buena fe contractual», todo ello recogido en la normativa interna de la compañía y en la legislación aeronáutica. Según fuentes conocedoras del caso, «la integridad física de terceros depende directamente de la responsabilidad de estos profesionales».
El afectado impugnó la medida ante los tribunales, alegando presunta vulneración de derechos fundamentales, así como la supuesta falta de fiabilidad del etilómetro utilizado y solicitó una indemnización por daños morales. El Tribunal, no obstante, desestimó todos los argumentos, considerando acreditado «que el actor superó el límite autorizado, incumplió la normativa interna y generó un riesgo real para la seguridad operativa del aeropuerto».
Contexto normativo y estándares de seguridad en aeropuertos
Este caso pone de manifiesto la especial rigor que rige en los recintos aeroportuarios españoles respecto al consumo de alcohol en puestos críticos. Tanto la legislación nacional como las normas internas de Aena imponen límites incluso más estrictos que los generales del tráfico, con el fin de preservar la seguridad del espacio aéreo y la protección de pasajeros, personal y aeronaves. La implementación de controles aleatorios y sanciones puede suponer la inhabilitación profesional inmediata ante cualquier resultado positivo, a la luz de los riesgos inherentes a este entorno.
¿Qué implicaciones tiene este fallo para el sector aeroportuario?
La confirmación judicial de la extinción disciplinaria sienta un precedente relevante para otros trabajadores vinculados a la operativa aeroportuaria, reforzando el mensaje sobre la tolerancia cero ante el consumo de sustancias que alteren la capacidad de actuación en zona de acceso restringido. El fallo refuerza la obligación de adoptar las máximas garantías en materia de seguridad laboral, vigilando especialmente el cumplimiento de los protocolos preventivos frente a riesgos laborales y amenazas operativas.
¿Cuáles son los criterios de alcoholemia para el personal de plataforma?
En el caso del Aeropuerto de Asturias y otros nodos gestionados por Aena, la normativa interna fija actualmente límites de alcohol en aire espirado inferiores a los de la normativa general de tráfico: el máximo aceptado se sitúa en 0,15 mg/l, por debajo del ya severo 0,25 mg/l para conductores ordinarios en carretera. El régimen sancionador contempla medidas como la suspensión inmediata del permiso de acceso y la rescisión contractual en casos graves.
¿Cómo se estructura la relación entre seguridad operacional y régimen disciplinario?
El sistema de responsabilidad disciplinaria en el ámbito aeroportuario se apoya en la premisa de que cualquier infracción relacionada con seguridad puede desencadenar situaciones irreparables, dada la naturaleza de las operaciones realizadas. De ahí la relevancia de la sentencia: al confirmar el despido, el TSJA subraya la prevalencia de la seguridad sobre cualquier otra consideración laboral o contractual, reforzando la cultura de prevención en infraestructuras críticas.
Aena: funciones, estructura y protocolos internos
Aena, una de las mayores operadoras aeroportuarias a nivel mundial, gestiona un amplio catálogo de infraestructuras en España y otros países. Su estructura contempla estrictos protocolos para garantizar la seguridad y la gestión eficiente de sus instalaciones: controles periódicos, formación continuada del personal, así como disponibilidad permanente de la Guardia Civil en la supervisión del 'lado aire' y zonas de acceso restringido. Estos dispositivos permiten detectar y sancionar cualquier conducta contraria a la normativa que pueda poner en riesgo la operatividad de los servicios y la integridad de pasajeros y aeronaves.
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