La Agencia Europea del Medio Ambiente ha constatado que los niveles de contaminación están subiendo en las principales ciudades por la desescalada al mismo ritmo que los vehículos a motor (de gasolina o gasoil) vuelven a circular por las calles.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el valor adecuado de este gas debe estar en una media anual de 40 micras/m3 para proteger a la población de su efectos nocivos

En su informe sobre el impacto del covid-19 en la calidad del aire, la agencia ofrece en su página web una evolución de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), el gas que genera sobre todo el tráfico de vehículos alimentados por combustible (en mayor media los diésel que los de gasolina) en el periodo de finales de enero al 27 de mayo de 2019 en comparación con esos mismos meses de 2020. Es decir, que incluye los meses previos al estado de alarma, el confinamiento que comenzó a mediados de marzo y la desescalada.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el valor adecuado de este gas debe estar en una media anual de 40 micras/m3 para proteger a la población de su efectos nocivos, ya que en altas concentraciones afecta a las vías respiratorias. Las principales fuentes que lo emiten son los motores de combustible de vehículos y barcos, calefacción y generación de electricidad.

Niveles de dióxido de nitrógeno en Sevilla y otras grandes capitales españolas de enero a junio de 2019 y 2020.

En Sevilla los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) se habían reducido más de la mitad en los meses de confinamiento. Habían pasado del máximo de 29 micras/m4 en febrero de este año a quedarse en menos de la mitad: 11,9 micras/m3 de marzo y días que incluso han estado en 7,2 micras. Con la desescalada han empezado a subir lentamente por ahora. El cambio se observa a partir del 18 de mayo, cuando los niveles han subido a 14,6 micras/m,3 y algo menos (11,7 micras/m3) el 25 de mayo. Aún así se mantienen en cifras moderadas en comparación con las alcanzadas en febrero de 2019 cuando llegaron el máximo de 36,3 micras por m3.

En Andalucía, Granada es la capital que arroja más contaminación de dióxido de nitrógeno (NO2)

Sevilla es la que ofrece un mejor panorama de las ciudades más pobladas del país.

En Andalucía, Granada es la que arroja más contaminación de dióxido de nitrógeno (NO2). Partía de niveles muy altos a principios de año (con picos de 65,5 micras /m3 en febrero) que bajaron muy por debajo de la mitad en el confinamiento (con mínimos de 12,3 micras/m3) y con la desescalada están subiendo pero moderadamente (18,9 micras/m3).

Contaminación de dióxido de nitrógeno en las capitales andaluzas de enero a junio de 2019 y 2020.

Málaga era la segunda ciudad andaluza, tras Granada, con más contaminación por NO2 a primeros de año. Registraba a principios de año niveles máximos de NO2 de 32,3 micras/m3, en el confinamiento la bajada ha sido importante (mínimos de 9,4 micras/m3), y también están aumentando los niveles de contaminación pero moderadamente (13,5 micras/m3). Ha registrado niveles peores que los de Sevilla.

En Huelva, Cádiz y Jaén los niveles son bajos todo el año.

En Córdoba los niveles a principios de año llegaron al máximo de 23,7 micras/m3, han descendido muchísimo en el confinamiento (mínimos de 5,4 micras/m3) y han subido pero de forma también moderada (13,8 micras/m3).

En Almería ha sucedido algo similar a Córdoba puesto que los niveles máximos a principios de año eran de 23,4 micras/m3 m, bajaron a 5,3 en el confinamiento, y la subida está siendo moderada (14,8)

Otra vista de la circulación en el puente del Centenario esta semana.

Madrid

En Madrid los niveles de dióxido de nitrógeno alcanzaron picos de 52,8 micras/m3 en febrero pasado, cayeron estrepitosamente con el confinamiento (a mínimos de 8,7 micras/m3) y con la desescalada se registra una subida por ahora discreta (16,2 máximo)

En Leganés (60,3), Getafe (57,1) y Coslada los niveles (55,2) a primeros de año eran superiores a los de la capital madrileña. En Alcalá de Henares y Alcorcón también se sobrepasaban las 50 micras a primeros de año, algo menos en Alcobendas, y la subida de los niveles es similar a la de Madrid.

Barcelona

En Barcelona el valor más alto de NO2 registrado a primeros de año fue de 39,3 micras/mes subida, el estado de alarma lo redujo a 11 micras/m3 y con la desescalada ha vuelto a subir por ahora a 21,8 micras/m3.

Valencia

En Valencia el pico de dióxido de nitrógeno estaba en 27,9 micras/m3 antes de la pandemia, descendió a mínimos de 7,1 y con la vuelta progresiva a la normalidad se ha elevado a 15,2.

Zaragoza

Zaragoza registraba máximos de 34,87 micras/m3 antes del confinamiento, redujo a más de la mitad (11 micras/m3) los niveles con el estado de alarma y ha subido algo (15,9) con la desescalada.

Los vehículos eléctricos son una solución apropiada si la energía de la que se alimentan se ha generado con fuentes no contaminantes

Murcia

Murcia partía de niveles casi tan altos como Madrid de dióxido de nitrógeno: 50,6 micras/m3 de máximo, con el confinamiento la caída ha sido por debajo de la mitad (mínimos de 20 micras/m3) y no ha registrado cambios con la desescalada.

Palma

En Palma los niveles de NO2 no superaban los 31,6 micras/m3 a principios de año, y cayeron en picado con el confinamiento (a mínimos de 5,8) y han vuelto a subir levemente con la desescalada (13,7 como máximo)

Bilbao

Bilbao registraba máximos de 33,3 micras/m3 a comienzos de este año que bajaron a 11,2 con el confinamiento y ha subido a finales de mayo a un máximo de 20,5.

Circulación en los enlaces de la SE-30 esta semana.

El informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (European Environment Agency) ofrece igualmente los datos por países y ciudades de las llamadas partículas en suspensión, es decir, las PM2,5 (la cifra equivale a su tamaño en micras) y las PM10 micras). Este último informe, sin embargo, no es tan completo como el de NO2. En partículas en suspensión PM2,5 y PM10 no aparecen datos de Sevilla, ni del resto de ciudades andaluzas. Únicamente figura Huelva en cuanto a PM10. Y en casi todas las ciudades que se analizan las variaciones de partículas en suspensión que se observan en el periodo analizado son escasas. Donde se nota algo más de variación es en las PM10.

La conclusión de todos estos datos vuelve a ser la necesidad de contar con medios de transporte alimentados por energías 100% renovables para que la salud de los habitantes de nuestras ciudades no se resienta con las emisiones contaminantes.

Los vehículos eléctricos son una solución apropiada si la energía de la que se alimentan se ha generado con fuentes no contaminantes. Los expertos aseguran que todos los vehículos a motor alimentados con combustibles derivados del petróleo generan óxidos de nitrógeno entre los que figura el dióxido de nitrógeno (NO2) y que lo hacen en mayor medida los diésel y los de gasolina de inyección directa.