Seguro que al leer el titular has podido pensar que por qué tiene que ser el Basenji el "el perro perfecto", pero es que esta raza reúne una serie de cualidades que buscan muchas personas a la hora de tener una mascota en su hogar, como por ejemplo ser uno de los perros con menos problemas de salud y también por ser uno de los perros que menos ladran.

De hecho, el Basenji es un perro de lo más peculiar. Es conocido como "perro del congo" y su característica más especial es la de no ladrar. En su lugar, emiten un curioso sonido al estilo del Canto tirolés. Esto supone que sea una raza muy especial dentro del mundo animal. Es muy peculiar porque también se lavan a sí mismo como los gatos y no tienen el típico olor de los perros. 

Es una raza canina originaria del este de África. Es una raza primitiva empleada para la caza y el rastreo y como curiosidad, algunos relieves del antiguo Egipto representan basenjis junto a otras razas de perros: podencos, galgos y otros. Además, es un perro de tamaño mediano que llega a pesar entre 8 y 13 kilos, teniendo una esperanza de vida que se sitúa entre los 12 y 14 años de edad y si llevan una buena alimentación y hacen ejercicio, raramente enferman. 

No obstante, entre las enfermedades frecuentes de dicha raza, encontramos los problemas renales (en especial el llamado Síndrome de Falconi que es definido como el grupo de trastornos del riñón que hace que las proteína, los azúcares, los minerales y otros nutrientes se pierdan por la orina y cuyos síntomas incluyen debilidad, dolor de huesos y evacuación de una cantidad mayor de orina que la normal) y la atrofia progresiva de retina.

Este animal es recomendado para hogares con adultos y aunque su personalidad es juguetona, traviesa y algo intranquila, lo cierto es que una vez que alcanza su etapa de madurez se convierte en una buena mascota aunque siempre será un perro activo. Estudios genéticos demostraron que la raza basenji, tiene muy poco parentesco con el lobo, del cual se sabe que descienden la mayoría de las razas caninas y que, increíblemente, descienden de un ancestro aún más antiguo y común, siendo entonces, que el lobo no es su ancestro sino su primo.