Su nombre es Zeus, es un perro de la raza Gran Danés y ha sido premiado por el "Guinness World Records" como el perro vivo más alto del mundo. Este título también había pertenecido anteriormente a George, otro Gran Danés que fue premiado como el perro más grande del mundo en el año 2010. De hecho, George ha sido uno de los perros más grandes de la historia, llegando a tener una altura a la cruz de 110 centímetros y un peso de 111 kilogramos.

Aun así, no es de extrañar que estos récords sean para los perros de la raza Gran Danés ya que es considerada como la más alta de todas las razas. Zeus es un gran danés americano que vive en Texas (Estados Unidos), solo tiene dos años y ya alcanza una altura de 1,046 metros en cuatro patas, pesando más de 90 kilogramos.

Zeus, el sueño cumplido de Brittany

Brittany Davis soñaba con tener un perro de la raza gran danés y su hermano le regaló a Zeus, pero nada más verlo supo que era un cachorro muy grande (a pesar de conocer el tamaño de la raza). Zeus fue el cachorro más grande de toda la camada y 

Zeus llegó a su hogar con ocho semanas porque su cuidadora, Brittany Davis, soñaba con tener un gran danés y su hermano lo consiguió a través de un amigo. Era el cachorro más grande de una camada de cinco, y así lo recuerda la chica: "Ha sido un perro inmenso desde que lo tenemos, incluso cuando era un cachorro. Tenía unas patas enormes".

Dos años después, en concreto el 22 de marzo recibió oficialmente el reconocimiento del perro más alto del mundo por el Guinness World Records", después de que su veterinario midiera y confirmara su altura.

Un perro muy amistoso

A pesar del imponente tamaño de esta raza, los gran danés son perros muy tranquilos, amigables y juguetones. Son compatibles con otros animales, como la gata Penélope con quien suele compartir espacio Zeus.

Pero este perro necesita también una dieta especial y todo aquel que tenga un animal de tamaño gigante sabrá que mantenerlo no es tarea fácil. Zeus suele tomar seis tazas de comida para perros de raza grande por la mañana y otras seis por la tarde. Quizás gracias a esta alimentación tiene esta altura y el comentario que más oye Brittany por la calle es '¡Vaya, qué caballo!', '¿Puedo montarlo?' o '¿Tiene silla de montar?'.