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Despedirse de una mascota: el doloroso momento y el duelo de la pérdida

Despedirse de una mascota: el doloroso momento y el duelo de la pérdida

Despedirse de una mascota: el doloroso momento y el duelo de la pérdida

Despedirse de tu mejor amigo puede ser uno de los momentos más duros de nuestra vida, tanto que en el 90% de los propietarios de mascotas son incapaces de acompañarlos en sus últimos momentos. Tortugas, perros, gatos, roedores e incluso aves. Hoy día tenemos como compañeros de vida toda clase de animales, pero los perros y los gatos siguen siendo las mascotas que mejor encajan en las familias, hasta el punto que cuando llega el momento de darles el adiós y dormirlos en el veterinario, el 90% de las personas no son capaces de estar en la misma habitación que ellos.

Vivir la falta de una mascota es una situación muy dolorosa y difícil de sobrellevar para los propietarios, y es que estos animales terminan siendo un miembro más de la familia. Es por eso que cuando la perdemos procesamos el duelo de manera similar a cuando falta cualquier otro familiar, con una sola diferencia: “No se encuentra el mismo apoyo del entorno que te rodea, llegando a obligarnos a ocultar los sentimientos dado que aún hay quien no entiende que se sienta tanto la pérdida de un animal”, explica la terapeuta en acompañamiento de duelos y pérdidas, Adela Martínez Gómez.

Durante el duelo que se pasa por la pérdida de una mascota se siente un enorme vacío, igual que la de cualquier otro ser querido, ya que con ella habrás pasado la mayor parte de las horas del día a día. “En el caso de las personas cuyos hijos ya han abandonado el hogar, esas mascotas son quienes hacen que te sigas sintiendo una persona útil, porque ese miembro de la familia aún depende de ti”, asegura Martínez.

Duelo por la pérdida

Así, a la hora de despedirnos de ellos, el dolor nos lleva a procesar el duelo en las mismas fases que con cualquier persona de la familia:

⦁ Negación: Por mucho que tu mascota sea mayor y le cueste cada vez más levantarse de su camita, el hecho de pensar que está llegando el momento de despedirse de él o ella puede ser muy doloroso. Esta negación de la realidad lleva a impedir y dificultar la toma de la decisión que, aunque sabemos que acaba con el sufrimiento de nuestra mascota, es el momento en el que negamos la situación final que nos lleva a tomar la decisión de sedar al animal.

⦁ Ira: Es la fase en la que aparece la rabia y resentimiento para la situación que se está pasando tras haber dicho adiós a tu compañero.La rabia llega por no haber podido ayudar a tu mascota a superar los problemas que tenía.

⦁ Negociación: Es el momento en el que empezamos a fantasear con el qué hubiese pasado si hubiésemos esperado unos días más antes de despedirnos de nuestro compañero. En el fondo sabemos que no hubiese podido ser posible, pero de alguna forma nos ayuda a avanzar.

⦁ Depresión: Es la fase en la que se siente una profunda sensación de vacío. Nos puede llevar a entrar en una crisis emocional al darnos cuenta que no volveremos a pasear, jugar o dormir con él.

⦁ Aceptación: Es la última fase al superar la pérdida. Empezamos a convivir con el dolor emocional en un mundo en el que tu gran amigo ya no está.Es cuando empiezas a volver a vivir.

Consejos para sobrellevar la pérdida

Como en cualquier otro tipo de duelo la manera de evolucionar y transcender el dolor que la pérdida nos causa es personal e intransferible, si bien algunos consejos de la terapeuta, que pueden ayudar tras la pérdida de nuestros compañeros son:

⦁ Si puedes elegir el momento de despedirte hazlo desde tu convicción de hacerlo, y no desde lo que otras personas te aconsejen. Esta decisión propia ayudará mucho durante los momentos posteriores a la pérdida. 

⦁ Al igual que en las pérdidas de seres queridos el estado de shock de la pérdida o el poder despedirnos como deseamos es un factor muy importante para evolucionar de manera saludable por el proceso de duelo. “Si puedes despedirte hazlo como lo desees, sin necesitar la aceptación ni el beneplácito de la gente que te rodea, pues los sentimientos que puedas tener hacia tu mascota pueden no ser compartidos o desconocidos para terceras personas”, aconseja Martínez. Hacerle la despedida con la que sientas calma te ayudará en tu proceso.

⦁ Otra mascota, ¿sí o no? Detrás de esta pregunta hay un “depende”. Hay personas que inmediatamente necesitan otra mascota que les ayude a cubrir el “vacío” que la ausencia de su anterior compañero les ha dejado, y otras que por el contrario necesitan “tiempo” antes de volver a tener un amigo fiel. Cada persona vive el duelo a su manera y por ello la decisión tiene que ser totalmente personal.“La costumbre de regalar otra mascota inmediatamente por parte de los hijos, la pareja, aunque con toda la buena voluntad, puede no ser la decisión más acertada, pues en muchas ocasiones la persona no se siente con la “fuerza” suficiente para cuidar de una nueva mascota, lo que a veces lleva a un descuido del animal y un sentimiento de culpa que dificulta avanzar por el proceso de duelo”, comenta.

Sin embargo, y por la importancia que tiene en este tipo de duelo, lo fundamental es que “el dueño de la mascota actúe bajo sus deseos y tomando sus propias decisiones, sin aceptar lo que otros puedan opinar, ya que si por algo se caracteriza esta pérdida es por la falta de comprensión social”.

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